TW
3

Las carotes de Sant Joan cruzan las fronteras y además sirven para representar a figuras que no son personajes típicos de las fiestas de Ciutadella. Al menos esto es lo que se ha propuesto José Marqués Torrent, que vuelve a montar una exposición en Berlín.

En esta ocasión el nieto del pintor Pepe Torrent presenta la muestra «Wir sind ein Berlinaler» (Nosotros somos berlinaleses) que recogerá una nueva serie de retratos de actores de cine que han participado en alguna ocasión en la Berlinale, el prestigioso festival internacional de cine de la capital alemana.

Entre las figuras recreadas por el artista ciutadellenc para convertirlas en ‘neocarotes’ está gente tan conocida como los actores Meryl Streep, George Clooney, Ben Kingsley, Patrick Stewart, Tilda Swington y Kiana Tajammol, así como Dieter Kosslick, director de la Berlinale, que se inauguró el pasado día 7, y el Oso, que es el galardón del festival de cine.

José Marqués ha recreado a sus criaturas basándose en las fotos oficiales del festival y contando con la autorización de los organizadores.

Hoteles

Las obras están expuestas en el restaurante Neumond (Luna nueva) ubicado en Borsigstraße 28, en uno de los hoteles donde residen algunos de los participantes en el festival internacional de cine.

No es la primera vez que Marqués, que reside desde 1995 en Berlín y es bailarín y pedagogo de danza además de creador, expone en la capital alemana. En noviembre de 2015 presentó su colección Fratzen/Carotas en el Schwulenberatung. En aquella ocasión eran obras en el formato original de carotes santjoaneres pintadas con estilo pop art.

Su actual trabajo sobre los actores de cine mantiene aquel estilo pop aunque ha dado otro paso y sus acrílicos con pan de oro ya no tienen la forma de medallón.

Sobre el título de la exposición, dice: «somos berlineses (o berlinaleses) a partir del momento que creamos, producimos y nos expresamos con nuestro arte, influenciados por el intenso latido del gran corazón de esta ciudad».

«Berlín -añade- nos obliga a seguir su ritmo y no deja de proporcionarnos día a día nuevos impulsos y emociones. Nuestras venas se alimentan de la matrix berlinesa».