El detenido fue cazado in fraganti por la Policía Nacional tras su último robo en una tienda de informática. | Policía Nacional

TW
8

Provocó una inquietud mayúscula entre los comerciantes del centro de Maó hasta el punto que el Ayuntamiento y la Direccón Insular de la Administración General del Estado tuvieron que convocar una junta de seguridad extraordinaria para tratar de cazar al ladrón y tomar medidas preventivas.

El hombre, español de 33 años de edad, había llegado a cometer cinco robos en otros tantos establecimientos entre el 23 de enero y el 7 de febrero pasados.En total, entre dinero y objetos sustraídos en estos locales logró un botín de unos 7.000 euros hasta que fue detenido instantes después de perpetrar el último asalto a una tienda informática de la calle Borja Moll cuando ya huía con el botín.

Esta próxima semana será juzgado en el Penal de Maó bajo la acusación de un delito de robo con fuerza en las cosas, el día 23 de enero, en un estanco de la calle Sant Manuel, y otro continuado por la suma del que cometió el 29 del mismo mes en una pajarería de la calle Ciutadella, y los otros tres, el 7 de febrero en el restaurante Cala Bella, en el bar Can Xavi y el último, en la mencionada tienda de informática. En varios de ellos causó destrozos importantes en las verjas metálicas y puertas o ventanas para lograr su propósito, aunque la mayoría de propietarios no reclama los daños al haber sido asumidos por sus respectivas aseguradoras.

Noticias relacionadas

El fiscal le pide una condena de cinco años de prisión e indemnización de 1.321 euros por los destrozos en las puerta metálica del bar Can Xavi, en la plaza Bastiò.

Su pareja, una mujer de 37 años, también será juzgada por su participación en el robo del estanco. Para ella el fiscal pide dos años de prisión. El hombre, que admitió los robos por su adicción a las drogas, ingresó en prisión provisional el 8 de febrero, tras su detención. Se da el caso de que ambos ya habían sido detenidos a principios de esa misma semana de febrero, acusados del primero de los robos que habían cometido, aunque entonces quedaron en libertad.

Esos mismos días hubo en Maó otro robo en una joyería de la plaza Colón, que la Policía Nacional resolvió con la detención de su presunto autor, un joven de 24 años, dos semanas después.