El juicio ha empezado este miércoles en la Audiencia Provincial de Balears. | Europa Press

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La Audiencia Provincial de Balears ha comenzado este miércoles el juicio contra un hombre acusado de agredir sexualmente a los hijos menores de unos amigos en Ciutadella.

Los padres de las víctimas piden una condena de 12 años de cárcel y una indemnización de 40.000 euros. La Fiscalía no acusa. Los hechos habrían tenido lugar entre 2021 y 2022.

La madre del acusado y la madre de los menores mantenían una estrecha amistad, y las dos familias coincidieron en una fiesta en la vivienda de unos amigos en Ciutadella en abril de 2022.

En un momento dado, el hijo mayor de los denunciantes, de diez años en aquel momento, acudió a sus progenitores llorando, contando que el acusado le había quitado el móvil y le había llevado al baño para hacer «guarradas».

Según ha declarado la madre, el menor le explicó que el acusado le había dicho que iban a «jugar» y después le había bajado los pantalones, lo había manoseado y había intentado que le practicara una felación. El niño indicó que había contestado al agresor que aquello le daba «asco», y que aprovechó para salir del baño en un momento en el que el acusado, mareado -al parecer por la ingesta de alcohol- se cayó en la bañera.

La madre de la víctima recriminó lo ocurrido a la madre del acusado, con la que mantenía una estrecha amistad, y comenzó una discusión. La madre del acusado ha asegurado que la denunciante llegó a coger «un fierro» para agredir al joven.

Ambas han coincidido en que el acusado permaneció callado sin confirmar ni desmentir lo que contaba el menor. «No decía nada, estaba como ido, como mudo», decía la madre del acusado.

Aquel mismo día, regresando a casa, el segundo hijo de la pareja, de ocho años, reveló que unos meses antes el acusado lo había manoseado en el coche. Esto habría ocurrido en una ocasión en la que la familia se había ofrecido a acercarle en el vehículo familiar. Según los padres, manifestó que «le había metido mano por delante», por encima de la ropa, cuando estaban en los asientos traseros.

«Le pregunté por qué no me lo dijo antes, y me contestó que fue por miedo. Lo que pasa es que él sí se calla, pero mi hijo mayor no se calla nada», ha apuntado la madre.

Por su parte, el acusado ha rechazado que fuera con el niño al baño y ha mantenido que no recuerda haber realizado ninguno de los actos que le imputa -el procesado puntualizaba que había consumido mucho alcohol aquel día-.

Igualmente, ha desmentido haber ido nunca en coche con la familia, asegurando de hecho que los denunciantes «no tienen coche». También ha señalado que no había tenido ningún problema previo con los menores ni con sus padres por lo que no entiende la denuncia.