Ese 3 de mayo de 2024, sobre las 20 horas, quedará marcado para siempre como una de las fechas trascendentes en la vida de tres personas que, posiblemente, volvieron a nacer al salir con vida de un accidente en avioneta. Ferrando Caballero, abogado de Maó, de 60 años, Joan Torres, empresario, de 71, y una amiga del primero, de 43, solo sufrieron magulladuras, salvo el propio piloto que ha precisado 14 puntos de sutura en la frente y tiene un ojo contusionado debido al impacto violento de su cabeza con el cuadro de mandos.
«Fue un error humano mío, así de simple, iba demasiado lento y la avioneta cayó por falta de velocidad», relataba ayer a este diario. Los parámetros eran correctos, la meteorología, el estado de la avioneta Pipper PA 28 180, propiedad del Aeroclub, así como permisos y licencias, todo se ajustaba a la normativa vigente, «la única responsabilidad fue mía», admite Caballero.
Fue, como ha declarado a las fuerzas policiales, «un error de apreciación en una actuación rutinaria». Precisa que «iba demasiado lento viendo que llegábamos a la pista a unos 50 metros, cuando tenía que haber dado algo más de motor todavía». Sin embargo, al no hacerlo, por el peso de la avioneta por delante, esta cayó de arriba abajo, «porque cuando pierde la sostenibilidad por falta de velocidad, se cae en vertical».
Fueron apenas dos segundos en los que transcurrió todo por lo que no hubo tiempo de entrar en pánico, recuerda el piloto, «tampoco mis amigos lo tuvieron porque fue muy rápido todo, y nadie dijo nada».
Una vez entre matorrales tras la caída, ya sin radio en la avioneta por el siniestro, él y la mujer amiga que le acompañaba pudieron salir por su propio pie, pero el otro ocupante precisó asistencia de los servicios de emergencia debido a su menor movilidad. «Tras llamar a la torre, nos indicaron que nos quedáramos allí y esperáramos», y en pocos minutos llegaron bomberos, Guardia Civil, Policía Local y 061.
El apunte
«¿Volver a pilotar?», me lo tengo que replantear»
4 comentarios
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... se pasa de puntillas sobre la presencia de esa señora que los acompañaba...
Reconocer su error ya dice mucho de esta persona, y para bien.
Todo un caballero.....Por cierto,las cosas,incluidas avionetas, suelen caer de arriba a abajo.😁
Bon dia. En el món actual, en què tant costa que les persones reconeguin que han comès un error, que aquest senyor digui el seu error, l'honora i és un bon exemple a seguir. Gràcies