Los jóvenes detenidos serán juzgados este martes por la mañana en el Juzgado Penal de Maó

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Tuvieron una noche especialmente agitada dos jóvenes españoles de 20 y 22 años, el 27 de abril de 2021. En compañía de dos menores de edad violentaron, presuntamente, las puertas de hasta cuatro establecimientos del centro de Maó, dos bares y dos tiendas, aunque uno de los comercios de lencería, en la cuesta Hannover, finalmente ha sido excluido en el escrito de acusación del fiscal al no haber quedado pruebas suficientes que puedan incriminar a los dos acusados.

Ambos serán juzgados este martes por la mañana en el Juzgado Penal de Maó por un delito continuado de robo con fuerza en establecimiento abierto al público, fuera del horario de apertura. El fiscal pide para ambos la pena de dos años y medio de prisión.

Aquella noche, entre las 21 y las 24 horas, aporrearon con objetos contundentes las entradas de una joyería en el Carrer Nou, un bar, en el Claustre del Carme, y otro bar en la Plaza España. Fue el ruido que provocaron al golpear y romper con un barril la puerta de cristal del bar El Mirador, el que motivó que un vecino diera aviso a la Policía Nacional. En ese establecimiento consiguieron romper el cristal y llegar a la caja registradora de la que se llevaron los 170 euros que había en ella.

Antes lo habían intentando en el bar El trueno, del Claustre del Carme, donde uno de los menores trepó por la ventana, entró en el establecimiento y logró apoderarse de tres botellas de alcohol que fueron intervenidas por la Policía Nacional.

Los agentes atendieron la llamada del vecino que les había avisado y consiguieron detener a uno de los acusados, junto a un menor, poco antes de las 12 de la noche, ya que los otros dos habían abandonado el centro de la ciudad. Estos serían detenidos posteriormente por el mismo motivo, aunque los menores de edad han quedado excluidos del proceso al no ser imputables por esa condición.

En concepto de responsabilidad civil, el propietario de uno de los establecimientos reclama 80 euros que le fueron sustraídos, mientras que el resto hizo uso del seguro para reparar las puertas dañadas.