La acusada se aprovechó de la avanzada edad de la señora que recibía sus atenciones por encargo de la familia, para ir apropiándose de los objetos de valor, joyas fundamentalmente, que tenía en la casa, durante un periodo comprendido entre los meses de marzo y finales de junio de 2021. El valor total de los objetos sustraídos alcanzaba los 30.000 euros, según informó la Policía Nacional, tras la detención de los acusados a finales del mes de septiembre del mismo año.
Los hurtos que se les imputan los cometió la mujer, aprovechando el estado de demencia senil de la señora. La cuidadora recurrió a la colaboración de su compañero de piso, un hombre natural de Ecuador, de 54 años de edad, al que ella había prestado ayuda a su llegada a España, según concluyó la investigación policial, puesto que en un principio, no había quedado acreditada su participación directa en el delito.
El hombre se encargaba de recibir las joyas de las que se iba apoderando su amiga y, posteriormente, acudía a un establecimiento de compra-venta de oro, situado también en una céntrica calle de Maó, donde las empeñaba para obtener un beneficio. Por la venta de las diferentes joyas que fue realizando durante esos meses, los dos presuntos responsables de la actuación ilícita llegaron a ingresar 10.170 euros por el peso en oro de las alhajas, una tercera parte del valor estimado cuando se produjo la denuncia.
Expulsión del país
El hombre y la mujer serán juzgados este próximo martes en el Juzgado Penal de Maó. El escrito de acusación del Ministerio Fiscal concluye que los hechos son constitutivos de un delito de hurto continuado. Solicita para los dos acusados la pena de dos años y medio de prisión, aunque en el caso del hombre, el fiscal propone que le sea sustituida la condena por su expulsión del territorio nacional y que no pueda volver a entrar en el país durante, al menos, 8 años.
Además, los dos acusados deberán indemnizar conjuntamente a la mujer a la que robaron, con la misma cantidad de 10.170 euros, que fue el dinero que obtuvieron por sus ventas.
12 comentarios
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Menorquí empipatY que lo tengas que poner con asteriscos.....
Que cumpla la condena en su pais de origen.....que la alimenten alli
Va gros s'arros. Ale venga! Cap a puesto i desprès de volta cap a nes seu país.
Barto¿ nombre de la tienda ? Y que la policía le busque las cosquillas
Que cumpla los dos años y medio de cárcel y después de portada a su país con todos los suyos
Aquí a Menorca lis deixam ses portes obertes I així ens ho paguen. És una verg*nya i es polítics visquent des cuento. Pero bueno... Hay que respetar sus bonitas cost*mbres I així ens va. Que cada 2 per 3 surt en es diari. -En ciutadella otra pelea multitudinaria ( or*gen Colo****o.) - Pelea multitudinaria entre jóvenes en el puerto de Mahón ( cap de sa foto sembla d'aquí) -Juzgan a una cuidadora por robar 30.000 euros en joyas a una anciana en Maó (or*gen boli*iano y su amigo el ecuator*ano.... Claro que sí.
La venta de oro deberia estar mas controlada.Exigir documento de propiedad.Factura de compra, certificado de herencia...certificado de regalo...tan simple como las joyerias expedir un certificado en papel oficial a nombre de...o directamente no permitir los locales de compra de oro.Quien roba joyas, normalmente son personas de asistencia domestica; si solo pudieran vender en el mercado negro, la mayoria de veces no les saldria a cuenta robar; asi es muy facil vender por un canal totalmente legal.Si pasa tiempo, la policia ya no puede rastrear las ventas en compraventas de oro; demasiado trabajo y no se ponen...
Y el de la tienda no sospecho nada? Si se quedo callado es cómplice…
Estará en la calle pronto y volviendo a cuidar ancianos…
Si no existiera. Lugares que compran los objetos robados , no habría la cadena de robar y vender. Ya que aquí en la isla no se podría vender algo robado.