El conseller insular de Medio Ambiente, Josep Juaneda, responsable político de la gestión de Milà, ha hecho un llamamiento a hacer un uso correcto del servicio de recogida de basuras y evitar tirar a los contenedores de la vía pública residuos peligrosos que deben ser tratados de forma específica. Los materiales explosivos como las bengalas, tienen su propio gestor de residuos autorizado y no es la primera vez que estos artilugios provocan deflagraciones dentro de la planta de tratamiento al llegar mezclados con otros desperdicios urbanos.
Milà mantiene su actividad
En un primer balance, el Consorcio de Residuos destaca que las llamas no han afectado al resto de las instalaciones del Área de Gestión de Residuos de Milà, que siguen funcionando con normalidad.
El fuego se detectó sobre las 19 horas del miércoles en una de las últimas capas de residuos depositados para ser enterrados en el vertedero, al formar parte de la fracción resto no aprovechable. Rápidamente se extendió a una lona cercana que cubre el antiguo vertedero, ya sellado, de Milà II.
La empresa concesionaria (la UTE formada por PreZero y Adalmo) activó el protocolo de de emergencia que puso en marcha a los servicios de extinción de incendios, tanto los bomberos del Consell de Menorca como los medios aéreos del Ibanat presentes en la Isla. Las llamas se controlaron en poco tiempo y la extinción definitiva se ha decretado este jueves a las 10.30 horas.
El hecho de contar en las instalaciones de Milà con dos balsas de aguas pluviales facilitó la labor del helicóptero del Ibanat que ayudaba con sus descargas a la extinción del fuego. Una vez acotado el incendio, las tareas continuaron con los medios terrestres. Con la ayuda del personal y los medios de la concesionaria se iban extendiendo capas de tierra para ahogar las llamas.
En los próximos días se seguirá trabajando con maquinaria sobre la celda afectada para cubrir toda la superficie calcinada. A la espera de una evalución definitiva de los daños, todo apunta a que se han centrado en la lona geosintética que recubre la superficie del vertedero clausurado de Milà II. El Consell afirma que no se ha llegado a perforar este material y no se han visto afectadas las capas de impermeabilización que evitan la filtración de la contaminación al subsuelo.
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