Los hechos denunciados ocurrieron en este tramo de la calle S’Arraval, de Maó | Javier Coll

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Derribaron cinco motocicletas que estaban estacionadas en las calles S’Arraval y del Rector Mort, de Maó, causándoles diferentes daños, y posteriormente forzaron un vehículo, modelo Ford Fiesta, aparcado en la misma vía. Un vecino presenció los actos que presuntamente protagonizaban dos jóvenes durante la madrugada del pasado 20 de diciembre y dio aviso al Cuerpo Nacional de Policía.

Los agentes de servicio llegaron a la céntrica calle mahonesa en pocos minutos y, efectivamente, vieron a dos jóvenes que respondían a la descripción realizada por el hombre que les había llamado. Por este motivo procedieron a solicitarles su identificación, y dada la violenta resistencia que trataron de oponer, los detuvieron. Uno de los detenidos comenzó a forcejear con uno de los policías y ambos acabaron cayendo al suelo. El agente sufrió golpes y erosiones de las que tuvo que ser atendido en un centro médico.

Los dos detenidos son dos jóvenes naturales de Ecuador, de 21 y 23 años de edad, ambos con nacionalidad española y residentes en Maó, que quedaron acusados por haber cometido, presuntamente, los delitos de robo con fuerza en grado de tentativa, daños a las motocicletas, a la puerta y al espejo del coche que habían intentado robar, y lesiones al policía nacional.

Otros dos jóvenes que se encontraban en el mismo lugar pasadas las 3 de la madrugada corroboraron a los agentes que habían visto a los detenidos arrojando las motos al suelo y forzando el vehículo estacionado. Uno de ellos manipulaba la puerta del conductor, mientras que el otro vigilaba en otro punto de la calle.

Asesorados por el abogado que les fue asignado, José de Juan López, los dos arrestados se negaron a prestar declaración en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de la plaza Miranda, a la que fueron conducidos de inmediato.

Al día siguiente fueron puestos a disposición judicial ante el Juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Maó. Los jóvenes negaron las acusaciones, su abogado dijo que no había pruebas, y fueron puestos en libertad provisional, sin fianza, con la obligatoriedad de comparecer ante el juzgado cuando sean citados mientras continúan instruyéndose las diligencias.