David Caballero, durante su intervención en la jornada celebrada este jueves en Es Mercadal | Gemma Andreu

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«En España somos eficientes en la extinción, pero debemos hacer más en prevención y gestión de los montes». Así se expresó este jueves David Caballero, consultor internacional de riesgos de incendios forestales en el marco de la Jornada para la Prevención de Incendios Forestales en Menorca, celebrada en Es Mercadal bajo la organización de la Conselleria de Medio Ambiente del Govern.

Jorge Casado, jefe del Ibanat en la Isla, Mireia Vidal, técnica de Gestión Forestal y Luis Berbiela, jefe balear de Gestión Forestal y Protección del Suelo fueron los otros ponentes de la jornada que llenó de profesionales el Centro de Convenciones de la localidad mercadalense tras la introducción a cargo de la consellera de Cooperación Local de Menorca, Cristina Gómez.

Caballero, ingeniero de montes y especialista en la materia, recordó que Menorca es una isla muy forestal, y por tanto con zonas preocupantes porque la vegetación entra en las urbanizaciones. Se refirió a Son Parc como la más peligrosa por la fricción con las viviendas y Cala Morell, por su mezcla entre residencias y combustible forestal, «con muy malas salidas para la gente si hubiera un incendio, lo mismo que pasa en otros puntos que acaban en el mar».

Caballero abunda en el peligro real de incendio que existe en la Isla, como sucedió hace un año en Mati (Grecia), donde fallecieron 102 personas y afectó a 2.000 viviendas. «La zona de Menorca es igual, pinar, mezcla de árboles y viviendas, por tanto el riesgo de que haya un gran incendio existe, está latente porque los fuegos son cada vez más rápidos y estamos teniendo avisos muy serios». Precisamente durante el debate, indicó, «hemos hablado sobre que es cuestión de tiempo que tengamos un incendio de estas características aquí». Para ello es fundamental la prevención y la autoprotección, «es decir, preparar el entorno de tu vivienda, los objetos que la rodean y saber qué hacer en una emergencia para tener tiempo de reaccionar».

David Caballero subraya respecto a Menorca que la mezcla de casas y vegetación forestal «es un hecho» y tarde o temprano puede confluir «un fuego con un viento fuerte que pase por encima de urbanizaciones y colapse los sistemas de prevención». En este sentido indica que lo más preocupante son las calles y carreteras, «las evacuaciones deberían hacerse con mucho tiempo adelantado, si no es así puede ocurrir un desastre».

El temor, coinciden los especialistas, estriba en que las temporadas de sequía se alargan con lo que la vegetación está mucho más preparada para empezar a arder a la mínima. «Hay además episodios energéticos más extremos, sobre todo de viento, como el tornado que hubo el año pasado». Estos fenómenos tienen mucho que ver, sostiene Caballero, con el cambio climático, lo que afecta a la vegetación con varias enfermedades como la xylella.

La solución pasa por incrementar los campos de cultivo y el ganado que pisotea y come el combustible forestal. Caballero opina que la explotación racionalizada de la biomasa para que el paisaje sea vivo alrededor de las urbanizaciones creando zonas naturalizadas no naturales, con menos carga de combustible «hará que los fuegos sean menos dañinos para nosotros, hay que hacer una gestión forestal integrada del paisaje, porque proteger no es no tocar sino llegar a acuerdos con la naturaleza». Se trata de reducir la parte de la vegetación que participa en los incendios forestales, incluir el fuego controlado, quemar el combustible del monte de una manera ordenada en invierno, sostiene el especialista.

La gestión forestal ayuda a que haya menos incendios o a que estos nos den más opciones para controlarlos, «es tan importante la extinción como la prevención, aunque sea más difícil de vender».