La médico inglesa que ‘acortó' la vida a 456 personas está en Menorca

Aunque la doctora no ha sido juzgada, tras las primeras sospechas aparecidas en 2009 cuando se investigaron 21 muertes de sus pacientes, todos ellos de avanzada edad, se vio obligada a jubilarse en el hospital. La investigación se reabrió varios años más tarde y se la volvió a relacionar con el fallecimiento de 459 de sus pacientes a quienes al parecer ordenaba distribuirles grandes dosis de opioides.

Pese a las investigaciones y los testimonios de los familiares indignados que piden justicia, el caso no ha avanzado en los tribunales británicos y podría concluir con una sanción al Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.

Los medios británicos se hacen eco de su dorada jubilación a pesar de las sospechas que recaen sobre ella, y de su estancia en la isla, confirmada este jueves por la AGE.