La sustracción tuvo lugar en 2011 en la urbanización de Los Delfines

TW
4

La Sección Primera de la Audiencia Provincial ha reducido a la mitad la pena impuesta al ladrón de una bicicleta en Ciutadella porque, por «circunstancias ajenas» a él, tardó cuatro años en ser juzgado.

El tribunal presidido por la magistrada Eleonor Moyá ha estimado parcialmente el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia del Juzgado Penal de Maó, que el 30 de septiembre le condenó a seis meses de prisión por un delito de hurto.

El fallo revoca en parte el dictado por el juez de lo Penal, Bartomeu Mesquida, y rebaja la pena a solo tres meses tras tener en cuenta «las atenuantes por dilaciones indebidas y reparación del daño», ya que la bici fue devuelta a su propietario, a quien pagó también el cuentakilómetros.

El Juzgado Penal rechazó la dilación indebida «por considerar que la posible demora en la resolución de la causa había sido motivada principalmente por la actitud evasiva y no colaboradora del acusado», que incluso no asistió al primer señalamiento del juicio y obligó a volver a convocarlo. Pero la Audiencia entiende que este hecho es «inocuo a los efectos de apreciar la dilación» y que culpar solo al acusado del retraso «carece de refrendo en lo actuado».

La Aundiencia recalca que «se han producido demoras excesivas e injustificadas que no son imputables al acusado ni guardan relación con la complejidad de la causa», ya que «se trata de una instrucción muy sencilla de un delito que se detectó in fraganti».

Al tratarse de un hurto castigado con una pena inferior a cinco años de prisión, debía tramitarse como juicio rápido. Y también las dificultades para localizar a una testigo, que incompareció hasta por dos veces para prestar declaración, son «ajenas al imputado». De hecho pasó «casi un año» sin que se practicara ninguna diligencia. La segunda dilación imputable al Juzgado son los 10 meses transcurridos «desde el auto de transformación hasta el de admisión de pruebas y señalamiento del juicio», debido a la tasación del cuentakilómetros que el fiscal solicitó con carácter previo a presentar su escrito de calificación.

La bici fue robada el mediodía del 21 de junio de 2011 en la urbanización de Los Delfines. Y aunque el acusado alegó que solo la había sustraído por un momento «para ir a comprar alimentos», la Audiencia constata que hubo «ánimo de lucro». Pese a ello, no ha sido condenado hasta hace un mes. Han pasado casi cuatro años.