El agua en Maó

Hidrobal se defiende y sostiene que no hubo peligro para la población

En las alegaciones que ha presentado contra la sanción, la concesionaria del agua asegura que no se ha puesto en riesgo la salud de las personas

Una fuente pública en Maó. | Gemma Andreu

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La empresa Hidrobal ya ha presentado alegaciones contra el inicio del procedimiento sancionador abierto por la Dirección General de Salud Pública por su gestión al frente del servicio de agua de Maó. Desde Salud consideran como grave que la concesionaria no les informara del mal funcionamiento de las desnitrificadora ni de la desconexión de la planta.

En su defensa, la empresa argumenta que la normativa aplicable no establece la obligación legal del operador del servicio de agua de comunicar la desconexión de la planta o las anomalías de su funcionamiento a las autoridades sanitarias. Por ello, remarcan, no existe un tipo legal que prevea la infracción que se les atribuye.

En cuanto al incumplimiento de la obligación de la empresa de notificar los resultados de las analíticas del agua al Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (Sinac), lo que desde Salud se considera como una infracción grave, la concesionaria se excusa en el mal funcionamiento de la aplicación.

Incumplimientos puntuales

Además, aseguran que los supuestos incumplimientos que se les atribuyen en ningún momento supusieron un riesgo para la salud de las personas. En este sentido, señalan que de los resultados de las analíticas se desprende que «no se incumplieron los valores máximos de nitratos de manera continua, permanente y grave». «Los episodios de superación de los parámetros de nitratos fueron seguidos de episodios de cumplimiento», subrayan. Por ello, insisten en que la no superación de los parámetros de manera uniforme en el tiempo, impide sostener que se puso a la población en situación de riesgo.

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Para apoyar su postura, la empresa incluye un informe pericial del doctor Joaquim Rovira, experto en química y bioquímica, que certifica que la superación de los valores máximos de nitratos entre abril y septiembre de 2024 no implicaron una situación de riesgo para la población general, ni tampoco para los lactantes de entre 0 y 3 meses. También se hace referencia a un artículo publicado en «Es Diari» por el doctor Anton Soler Ferrater, que calificó de «exagerada» la alarma social provocada por la superación de los niveles máximos de nitratos en la red de agua de Malbúger. Por todo ello, consideran que no hubo riesgo para la salud, por lo que no queda acreditado el elemento esencial de los dos hechos infractores que se les atribuyen.

Decisión acordada

En su escrito de defensa, la concesionaria también subraya que el problema de los nitratos en Maó es endémico, y nada tiene que ver con su gestión. También insisten en que la planta ha presentado anomalías desde su puesta en marcha, y recuerdan que la empresa que la instaló, Prodaisa, no fue la que obtuvo una mayor puntuación en la licitación.

Asimismo, recalcan que la desconexión de la planta que se llevó a cabo el 17 de noviembre de 2023 se consensuó con el Ayuntamiento, y que no se realizó ninguna comunicación a la Conselleria de Salud porque mediante el uso de los pozos de más calidad se consiguió el objetivo de servir agua apta para el consumo durante los meses de invierno.

Desde la empresa también señalan que no se les puede atribuir culpabilidad alguna, puesto que su actuación en ningún momento incrementó los riesgos existentes. En consecuencia, piden que se archive el procedimiento sancionador.

Por su parte, desde el Ayuntamiento, el alcalde Héctor Pons declinó ayer hacer comentarios sobre el expediente abierto a Hidrobal desde Salud. Asegura que su equipo de gobierno está centrado ahora en solucionar los problemas de la desnitrificadora.