Los dos plurifamiliares que han obtenido permiso para el aislamiento tienen planta baja y cuatro por encima. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Maó ha encontrado en la ley autonómica de simplificación administrativa la vía para poder conceder licencias para proyectos de aislamiento térmico en fachadas, unos proyectos que hasta ahora se han encontrado con importantes dificultades para salir adelante, según reiteró hace pocos días la delegación en Menorca del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears.

En la Junta de Gobierno Local del pasado 24 de febrero se aprobaron dos licencias en la ciudad para acometer sendas actuaciones de aislamiento en fachada en bloques de pisos de grandes dimensiones del barrio de Andrea Doria, concretamente en las calles J.B. Calbi y Sant Felip. Esto ha sido posible porque la disposición adicional 23 de la ley exonera a estos proyectos, en determinados casos, del cumplimiento de los parámetros urbanísticos. En el caso concreto de Maó, el Plan General de Ordenación Urbana no permite este tipo de actuaciones.

El alcalde Héctor Pons explica que, a tenor de casos anteriores y con estas dos peticiones de licencia para importantes obras sobre la mesa, gestionó con el grupo parlamentario socialista y el propio Govern la inclusión de una disposición en la ley de simplificación administrativa para dar salida a estas obras. Esta cláusula no aparecía en el primer texto de la normativa, pero sí en la definitiva publicada a mediados de enero. Pons considera que es positivo poder mejorar la eficiencia energética de estas construcciones, a menudo con varias décadas de antigüedad.

De hecho, esta disposición se puede aplicar solo en «los edificios de viviendas con una antigüedad superior a treinta años, siempre y cuando no estén en situación de fuera de ordenación» y «únicamente en lo que hace referencia al conjunto de materiales aislantes, adhesivos y morteros para el exterior de la fachada a partir de la primera planta».

No permiten actuar en la planta baja

Así las cosas, las dos licencias ahora concedidas comprenden solo de la primera planta hacia arriba, no permiten actuar en la baja. Por lo tanto, permanece todavía la imposibilidad de ocupar un espacio de la acera con el revestimiento, otras de las pegas importantes que existe a la hora de dar salida a estas actuaciones, puesto que suponen un incremento del volumen en la parte exterior del inmueble de varios centímetros.

Los edificios de Maó que se han beneficiado de esta disposición de ámbito autonómico son de planta baja y cuatro alturas, lo que supone una treintena de viviendas en total.Se trata de actuaciones de calado, firmadas por el mismo arquitecto técnico. El presupuesto de cada una de ellas ronda los 400.000 euros. Este tipo de proyectos son susceptible de recibir ayudas de distintas administraciones.

El apunte

Los arquitectos piden que el PTI permita incluir la planta baja

El Colegio Oficial de Arquitectos de Balears ha solicitado al Consell que en la revisión, ahora en marcha, del Plan Territorial Insular (PTI) se contemple la posibilidad de aplicar el aislamiento térmico sobre la fachada en las plantas bajas que realicen la función de residencia. No sería el caso, por ejemplo, de los dos edificios de Maó que acaban de obtener licencia, puesto que su planta baja se emplea ahora para otros fines.

Los arquitectos plantean que el PTI permita estas actuaciones tanto en las plantas    bajas de los edificios plurifamiliares «que dispongan de suelo residencial en esta planta» como en «las viviendas unifamiliares aisladas». Insisten en sus requerimientos que no deben autorizarse estos métodos de aislamiento en edificios catalogados y protegidos.

La principal traba que se ha puesto hasta ahora para actuar en la planta baja es que el aislamiento resta anchura a la acera.