La subida del impuesto se plantea para temporada alta, entre junio y agosto. | T. AYUGA

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El Govern hizo ayer pública su propuesta de modificación del Impuesto de Turismo Sostenible, la ecotasa, que como el resto de medidas para tratar de reducir la saturación, deberá pactar en el Parlament para poder sacarlas adelante. La propuesta incluye la eliminación del impuesto que se cobra a los clientes de alojamientos turísticos y cruceristas en los meses de enero y febrero para favorecer la actividad en esos meses y un crecimiento generalizado de los importes en la nueva temporada alta, que duraría del 1 de junio al 31 de agosto.

En esos tres meses, la tasa pasaría en su tramo más alto –el que se cobra en la oferta más lujosa– de los cuatro euros actuales a los seis. En el tramo más bajo pasaría de un euro a 2,5 euros. Cabe subrayar que en estos momentos el año se divide en dos tramos tarifarios, temporada baja, del 1 de noviembre al 30 de abril y la alta, del 1 de mayo al 31 de octubre. Ahora el año se divide en cuatro periodos, aunque hay cambios en dos de ellos: enero y febrero, en que no se cobraría ecotasa y esa temporada alta que no se limita a los meses de julio y agosto, sino que incluye todo el mes de junio.
Especial mención al incremento que se plantea para los cruceristas, que hasta la fecha pagaban entre 0,5 euros y dos euros en función de la época del año y con el plan hecho público por el Govern pasarían a pagar entre 1 euro y seis euros, llegando a triplicar en temporada alto el impuesto que pagan.

Por otra parte, el Govern quiere establecer una deducción sobre el IRPF del importe que paguen los residentes y sus hijos por estancias en establecimientos de Balears hasta un límite de 250 euros y para una base imponible que no supere los 33.000 euros en tributación individual y los 52.800 en tributación conjunta.