Las entidades ecologistas reivindican la importancia ecológica de la zona de Cala Teulera, en el puerto de Maó.    | Gemma Andreu

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La Autoridad Portuaria de Balears (APB) ha renunciado finalmente a la construcción de una rampa de varada en la zona de Cala Teulera, en el puerto de Maó. Este proyecto había generado el rechazo de entidades ecologistas como el GOB y la Fundación Marilles, que habían advertido sobre su posible impacto negativo en el rico ecosistema marino de esta zona de la rada mahonesa, donde habitan diversas especies marinas protegidas, algunas de ellas en peligro de extinción.

La APB también renuncia a habilitar una zona de aparcamiento, ya que, sin el varadero, se considera innecesaria la ampliación del área actual de estacionamiento de vehículos. Desde el GOB también habían denunciado que la carretera hasta La Mola no está preparada para un aumento de la circulación de vehículos y embarcaciones.

Cabe recordar que el proyecto de reordenación de este enclave del puerto, cercano a la fortaleza de La Mola, llegó a salir a licitación hace un año por un importe de 650.000 euros.

Nueva licitación

Desde Puertos señalan que finalmente se ha optado por una intervención mucho más reducida en comparación con el proyecto inicial, por lo que será necesario rehacer el expediente y volver a licitar la actuación para adaptarla al Plan Territorial Insular (PTI).

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En este sentido, el GOB había denunciado que la zona donde la APB planeaba intervenir es suelo rústico de especial protección, bajo la figura de Área Natural de Interés Territorial (ANIT). Por ello, el grupo ecologista señalaba las importantes deficiencias del proyecto desde el punto de vista ambiental y exigía al ente portuario la realización de un estudio de impacto ambiental para evaluar adecuadamente los posibles efectos negativos en el entorno natural.

A pesar de que el estudio no se ha llevado a cabo, la APB ha descartado la construcción de la rampa de varada de hormigón, de cuatro metros de ancho y una pendiente del 13 por ciento, que debía facilitar el movimiento de las embarcaciones. También se renuncia a pavimentar con una mezcla bituminosa la explanada de acceso, de 25 por 27 metros, que estaba prevista como aparcamiento. En su lugar, se llevará a cabo una intervención para sanear y acondicionar el espacio, que actualmente está cubierto de tierra, rocas y vegetación.

Embarcadero

En cambio, sigue adelante el proyecto de rehabilitación del almacén de bloques de marés que se utiliza como embarcadero cerrado, cuya cubierta de chapa metálica se encuentra en mal estado, por lo que se demolerá y se reconstruirá. El resto de la estructura se mantendrá con algunos retoques.

Asimismo, está prevista la construcción de un muelle de hormigón de dos metros, así como la demolición de algunos elementos, como la caseta de control y las barreras actuales, que serán sustituidas. También se hará un retranqueo de la barrera de acceso a la fortaleza hacia el almacén.   

El apunte

El coral que paralizó la pasarela de Cala Corb también está presente en la zona

Cuando salió a licitación el proyecto de la Autoridad Portuaria de Balears para construir una rampa de varada en la zona de Cala Teulera, desde el GOB denunciaron que no se había tenido en cuenta la presencia de diversas especies protegidas, entre ellas la Cladocora caespitosa, un tipo de coral que ya se tuvo que retirar de Cala Corb para trasladarlo a la Illa Plana, lo que ha paralizado las obras de construcción de una pasarela entre este punto y el Moll d’en Pons durante cinco años. En este sentido, desde el grupo ecologista denunciaron que el proyecto de la APB no contaba con las autorizaciones expresas para trasladar cada una de las especies afectadas, ni tampoco se conocía su destinación. Por ello, desde el GOB se remarcó que «la legislación ambiental es de obligatorio cumplimiento, como el resto de normativas».