El hotel se ubicará en la esquina entre las calles Valencia y Madrid y tendrá fachada en Magnífics Jurats.

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El Grupo Sagitario Hotels consiguió ayer, tras once años de espera, que el Ayuntamiento de Ciutadella aprobara la concesión de una licencia urbanística para levantar el que será el mayor hotel urbano de la ciudad. Se trata del Sagitario Passeig Marítim, que será una realidad con una demora que sus promotores tildan de «indignante».

La junta de gobierno municipal aprobó ayer, con una demora de once años, otorgar la licencia de obras al Grupo Sagitario Hotels, para que construya un nuevo establecimiento. Concretamente, se ubicará en una parcela en forma de ‘L’, situada entre las calles Madrid, Magnífics Jurats y Valencia, a un par de manzanas del paseo marítimo de Ciutadella.

El promotor del proyecto, el empresario turístico Sebastià Triay, confía que las obras puedan iniciarse en el plazo de un mes. A partir de ahí «tenemos una licencia de 18 meses, pero esperamos poder abrir en mayo de 2026».

Sagitario Passeig Marítim

El nuevo hotel del grupo recibirá el nombre de Sagitario Passeig Marítim y tendrá una categoría de cuatro estrellas. Contará con un total de 116 habitaciones, con vistas a las tres calles.

Según señala Triay, «el hotel estará abierto durante todo el año», y se convertirá en el mayor establecimiento del casco urbano de la localidad del poniente insular. De este modo, relevará en este aspecto al Hotel Seth Port Ciutadella, situado a escasa distancia, que cuenta con 94 habitaciones y permanece cerrado durante la temporada baja.

«Estamos contentos por la licencia, pero es indignante que hayan tardado 11 años»

El empresario turístico, inmobiliario y agroalimentario, Sebastià Triay, celebraba ayer que «por fin nos han dado la licencia». Todo un logro, teniendo en cuenta el largo proceso que ha necesitado el área de Urbanismo para conceder los permisos necesarios. «Estamos contentos por la licencia, pero muy indignados porque hayan tardado once años», algo que considera injustificable. «Cuando pedimos la licencia yo tenía 62 años y una energía mucho mayor para impulsar el hotel, que ahora que tengo 73 años», concluía el hotelero.