El gestor aeroportuario, que anunció el nuevo sistema por sorpresa en 2019 con un plazo previsto de dos años, ha renunciado hace tiempo a marcarse un horizonte y asegura que por el momento «no hay novedades». Mientras tanto, trata de mantener en pie la torre de control física, la más antigua de España, levantada en 1969, con inversiones periódicas –la última en ejecución– para alargar su vida útil, que en la previsión más optimista vencía este año, aunque desde 1999 figura en documentos oficiales la necesidad de sustituirla.
Son muchas las actuaciones que se han llevado a cabo para tratar de paliar los múltiples problemas que arrastra la infraestructura. Ya en 2011 se tuvo que realizar una intervención urgente para reforzar su estructura, afectada de aluminosis. Entonces se trabajaba con la previsión de que la nueva torre fuera una realidad en el año 2015. En febrero de 2019 la entonces directora del aeropuerto, Eva Valenzuela, aseguraba que ya tenía sobre la mesa el proyecto básico y que en dos o tres años iba a ser una realidad. Sin embargo, en un giro de guión inesperado e inexplicado, solo cinco meses después se anunciaba a través de este diario que, tras 20 años retrasándose y con partida aprobada de 4,6 millones de euros, se descartaba esa inversión para apostar por un nuevo sistema virtual.
Desde entonces, en los últimos cinco años, AENA lleva invertidos prácticamente 800.000 euros –según el histórico de su portal de contratación– en actuaciones para intentar parchear los desperfectos –goteras, filtraciones, presencia de amianto, corrosión de las estructuras metálicas y un largo etcétera– de la vieja torre, mientras ha desoído con terquedad uno tras otro los acuerdos plenarios que exigían la construcción de la comprometida nueva infraestructura. Todos los partidos políticos con representación en las Islas, desde ayuntamientos, Consell, Parlament e incluso el Senado han reclamado sin éxito a la empresa cotizada de mayoría pública que dé marcha atrás e invierta en la construcción de una nueva torre.
Inversiones
En esos cinco años AENA y Enaire, la encargada del control aéreo, han ido dando los pasos administrativos y ejecutivos para hacer realidad un sistema virtual pionero en España. Primero con la firma del convenio entre ambos, publicado en el Boletín Oficial del Estado el 24 de julio de 2020. Ya en plena pandemia el documento marcaba una inversión global de casi 5,4 millones (unos 800.000 euros más que el proyecto de nueva torre) y un calendario que la realidad ha dejado en ridículo.
Entonces, ya teniendo en cuenta los retrasos derivados de la situación de excepción generada por la covid-19, se calculaba que la construcción de las dependencias para la nueva sala desde donde se realizará el control arrancaría tras el verano de 2020 y que estaría lista para funcionar con tráfico real en el plazo de un año (verano de 2021) tras un periodo de pruebas que se estimaba en dos meses y que, como hemos visto, ya va por 31 meses.
No fue hasta el mes de diciembre del año 2021 cuando arrancaron las obras de transformación de una parte del llamado edificio AENA para ubicar la nueva sala de control en la planta baja. Los trabajos, ya concluidos, fueron adjudicados por 1,85 millones de euros. En paralelo el gestor aeroportuario también adjudicó el suministro en estado operativo y la validación de los equipos necesarios para la implantación del nuevo sistema por otros 1,8 millones de euros, un contrato en vigor desde el 23 de octubre de 2020 y con una duración prevista de algo más de tres años que AENA ha tenido que suspender hasta en tres ocasiones visto los problemas surgidos en el proceso de implantación. La última suspensión fue aprobada el 14 de marzo de 2024.
No es el único contrato que AENA, sin más explicaciones públicas, se ha visto obligada a suspender. En la misma situación se encuentra el de suministro del sistema autorizado de control del tráfico aéreo para la llamada torre remota, adjudicado en octubre de 2020 por 388.652 euros y desde junio de 2023 en estado de «suspensión total». AENA ha licitado otras actuaciones para hacer posible la torre de control por valor de 870.000 euros mientras que Enaire lleva invertidos en actuaciones para el sistema virtuales 206.700 euros.
El apunte
El nuevo sistema no está en marcha pero ya da trabajo de mantenimiento
5 comentarios
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Al inventor de la rueda,le debió pasar lo mismo.....?? Documentense por favor y no se crean intereses corporativos de controladores,tecnicos de mantenimiento,etc.
No se atreven a hacer estos experimentos en Madrid o Barcelona y nos lo encajaron a nosotros. Además una isla que depende totalmente del transporte aéreo. Son unos genios. Mira que no hay aeropuertos casi sin trafico, con otras alternativas para transporte como tren y carreteras, en caso de fallo, para hacer experimentos
Si fa tramuntana no podem agafar es barco. Tampoc podem agafar transport terrestre per anar a sa península. I ara resultarà que l'únic transport que podem agafar sempre, no té el 100x100 de seguretat perquè tenim sa torre de control més antiga d'Espanya? "Apaga y vámonos"😡
Nada de nada funciona bien en Menorca . Tenemos que cambiar de politicos.Ya que los habidos hasta ahora han demostrado ser unos ineptos para el bien ciudadano.
Al director/a de Aena se que tiene el cometido de implantar el nuevo sistema virtual, nuestro aeropuerto fue el elegido, bien gracias, pero no por ello se debe obviar que se debe construir una nueva torre, esto huele a chamusquina, póngase las Pilas.