La antigua nave de la Seat está cerrada desde hace años y se encuentra en mal estado.  | Gemma Andreu

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Operarios de una empresa contratada por el Ayuntamiento de Maó han estado trabajando estos días en el apuntalamiento de uno de los techos de la antigua nave de la Seat, bajo la supervisión de los técnicos municipales. La actuación responde a la necesidad de asegurar el espacio anexo a la gran nave, después de que una de las vigas cediera y se derrumbara una parte de la cubierta. «Actuamos como medida de prevención para que no vuelva a suceder», señalaba ayer el alcalde Héctor Pons.

La nave de la Seat, ubicada en la plaza Miranda, hace muchos años que está cerrada, y su mal estado es evidente, tanto en el interior como en el exterior. Precisamente, la demora de los trámites para recuperar este edificio y darle un nuevo uso es uno de los reproches que desde Ara Maó se han hecho al equipo de gobierno del PSOE para no apoyar los presupuestos para el 2025.

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El Ayuntamiento ha tenido que apuntalar una parte del interior. | Gemma Andreu

En este sentido, el alcalde Héctor Pons niega que el proyecto esté parado, y recuerda que el actual Plan General de Maó (PGOU) obliga a tirar al suelo una tercera parte del edificio, por lo que antes de realizar cualquier actuación es necesario cambiarlo. Por ello, Pons explica que ya se ha iniciado el expediente para encargar a una empresa externa la preparación de la documentación para modificar la unidad de actuación donde se encuentra, y evitar tener que tirar una parte de la nave que el Ayuntamiento compró en 2018. «Se trata del mismo proceso que ya se hizo al construir el segundo ascensor», precisa Pons.

De manera paralela, el Consistorio espera poder poner en marcha a lo largo de este año el concurso arquitectónico de ideas para definir la reforma del espacio.

Proceso participativo

Después de comprar la nave, el Ayuntamiento llevó a cabo un proceso participativo para decidir el nuevo uso de este céntrico edificio, situado junto al Claustre del Carme. Los resultados se hicieron públicos en enero de 2021, y la gran mayoría de los participantes se decantaron por darle un uso cultural y artístico. El resultado del proceso deberá servir para orientar el concurso de ideas.

El apunte

El Consistorio adquirió el céntrico inmueble a través de una permuta

En 2018, el Ayuntamiento adquirió la antigua nave de la Seat, con una superficie de 1.366 metros cuadrados, a través de una permuta con la empresa Porto Real, que recibió a cambio de este espacio cinco solares en Poima, que suman unos 9.500 metros cuadrados. La compra se enmarcó en el proceso de recuperación del entorno del parque Rochina, pero siete años después el edificio no tiene ningún uso definido, más allá de que puntualmente se usa como almacén de la brigada municipal.