Los consellers de PSOE y Més per Menorca abandonan el pleno tras la negativa de Vilafranca a suspenderlo. | Gemma Andreu

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La burbuja del buen clima político en el Consell, que a duras penas resistía al contagio de la crispación nacional, reventó ayer con un estruendo que todavía resuena por los pasillos de la sede de la Plaça de Biosfera de Maó. El equipo de gobierno en minoría del PP aprobó los presupuestos de 2025 con una maniobra sin precedentes en la institución insular, aprovechándose de la ausencia de dos consellers del PSOE para sortear el inesperado voto contrario de Vox y sacando partido de una mayoría aritmética circunstancial -y alejada de lo dictado por las urnas- de la que ya tenía conocimiento cuando convocó la sesión. Definitivamente los tiempos han cambiado.

El guión previsto del pleno de presupuestos -no hace tanto un mero trámite prevacacional- saltó por los aires poco antes de las 9.30 horas, cuando la consellera de Vox, Maite de Medrano, anunciaba por sorpresa en su turno de palabra que no iba a apoyar ni por activa ni por pasiva los presupuestos de sus antiguos socios de gobierno. Se evidenciaba en ese momento, ante la atónita mirada del resto de consellers que se revolvían en sus asientos, que el Grupo Popular acudía a la cita convocada por el presidente, Adolfo Vilafranca, sin tener ninguna garantía de contar con al menos una abstención de Vox para no tener que volver a prorrogar los presupuestos, como ocurrió el año pasado.

Era el turno de palabra de Bàrbara Torrent, portavoz accidental del PSOE en ausencia de la expresidenta del Consell Susana Mora -también faltó Eduardo Robsy, de viaje programado en el extranjero-. Los socialistas reclamaron a Vilafranca que suspendiera el pleno, visto el revés intempestivo de Vox y la ausencia de miembros suficientes en las sillas de la oposición para hacer valer su mayoría electoral. Vilafranca fue rápido en su respuesta. No ordenó ningún receso para tratar el tema. Aseguró que el pleno iba a continuar.

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Plante de la oposición

El enfado de PSOE y Més per Menorca fue mayúsculo. Los cuatro consellers de la izquierda que estaban en la sala (dos socialistas y dos econacionalistas) se levantaron y abandonaron el pleno entre reproches de haber «faltado a su palabra» a Vilafranca, de quien aseguran que tranquilizó a la oposición afirmando que la ausencia prevista de Robsy -la de Susana Mora no era relevante por cuanto el voto de calidad del presidente podía desempatar entre izquierda y derecha- no iba alterar la votación, que solo convocaría el pleno si tenía asegurada al menos una abstención de Vox. No fue así y el trámite continuó con la mayoría accidental de los seis representantes del PP.

A la vista de lo acontecido, y teniendo en cuenta los nuevos tiempos de la política insular, el PSOE pecó de exceso de confianza y en la práctica favoreció con la ausencia de dos de sus consellers que el PP aprobara sus primeros presupuestos del mandato. Se trata de un visto bueno inicial, ahora las cuentas entran oficialmente en exposición pública y se abre periodo de alegaciones, pero la aprobación definitiva no tendrá que volver a pasar por pleno. El PP ya tiene sus presupuestos, unas cuentas récord de más de 181 millones que incluyen entre otras muchas cosas una inversión de 11 millones de euros en la mejora de la carretera general.

El contenido de las cuentas, de la que este diario ya ha informado y que la consellera de Economía y Servicios Generales, María Antonia Taltavull, desgranó, quedaron en último plano. Se abría tras el pleno la batalla del relato, con el PP intentando descargar la responsabilidad de lo ocurrido en las espaldas de los consellers del PSOE que se ausentaron y la izquierda acusando de deslealtad institucional al presidente, mientras De Medrano se marcha de vacaciones dejando su último regalo del año.

El apunte

Las ausencias de Eduardo Robsy y Susana Mora: viaje a Sri Lanka y una migraña transitoria

La ausencia de Susana Mora y Eduardo Robsy (PSOE) cobró relevancia tras el giro de guión provocado por Vox. Robsy, que había comunicado que estaría de viaje -según se encargó de pregonar el PP, en Sri Lanka- pidió participar por vía telemática, pero la secretaria emitió informe desfavorable (no se permite desde fuera de España). Mora alegó una indisposición, una migraña que duró unas tres horas y tras la que -asegura que ya consumada la votación- acudió al concierto de Navidad del colegio de sus hijos.