Parte del personal se ve atrapado por las condiciones laborales.

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Un grupo de seis trabajadoras del Centro Sociosanitario de Santa Rita, en representación de un colectivo más amplio, denuncian la mala gestión contractual del Consell con relación a las auxiliares de enfermería. Según critican, una veintena de profesionales están contratadas con una categoría, la C2, que no figura siquiera en la relación de puestos de trabajo, para desarrollar las mismas labores que realizan las compañeras que tienen reconocido el nivel C1. Esto supone, aseguran las denunciantes, una discriminación salarial que les resta «unos 260 euros limpios al mes», lo cual desincentiva a las afectadas, muchas de las cuales acaban renunciando. Solo el último mes se han despedido dos empleadas.

Entre el colectivo de auxiliares de enfermería tildan de «lamentable» la gestión de la institución sobre un asunto y un descontento que ya han transmitido a la consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés, sin que hayan apreciado «ningún interés».

De entrada, denuncian que esta disparidad de categorías para una misma función «solo ocurre en Santa Rita, no así en los centros de Trepucó o el geriátrico que hay en Maó». Por eso, lamentan que «al personal de Ciutadella nos tienen discriminadas, todos los acuerdos tardan más en aplicarse aquí, que en los demás centros», critican.

Estas profesionales se muestran molestas por esta «precariedad laboral», cuando «somos gente formada, con la titulación requerida para el trabajo, con certificados de lengua catalana, gente formada y con muchas ganas de trabajar, pero no así».

La situación es insostenible, con trabajadoras que enlazan «tres o cuatro contratos en un mes, incluso llegando a estar de alta solamente un día en una semana». Sufren «multitud de contratos cortos en un breve periodo de tiempo, condiciones que dificultan la conciliación laboral». Y esto «pasa desde hace años, y pasa factura mental y físicamente, con horarios cambiantes, sin saber si mañana o pasado te llamarán para ir a trabajar», lo cual «genera mucha ansiedad e incertidumbre».

Oposiciones y bolsas

«Desde julio están paradas las oposiciones» para proveer el centro de más personal. «Pero se ha impugnado el proceso, porque el Consell permitió que se presentara gente sin la titulación de auxiliar de enfermería que es imprescindible». Esto está «perjudicando a gente que reúne los requisitos y que aprobó», pero no puede tomar posesión hasta resolverse el asunto.

Por otro lado, exponen las denunciantes que en marzo se creó una bolsa extraordinaria, los interesados «tuvieron que pagar 15 euros para inscribirse, pero todavía no ha salido la lista».
«Hicieron el proceso de estabilización, para que los interinos fueran funcionarios», pero, por otro lado, no hay avances para contratar nuevo personal, sin contratos cortos de interinaje.

Reprochan que Reynés saliera «hace unos días en el periódico diciendo que buscaban perfiles distintos. Claro, así pueden contratar a gente como C2, pagando menos por el trabajo de C1», espetan enfadadas.

El colectivo incide en que es primordial tener un equipo de profesionales, sin recortes en los salarios, ni desmotivándolo. «Al final, quien lo paga es el usuario», que ve como el personal va y viene sin una estabilidad en un centro que «se ha quedado sin médico, sin psicóloga y, ahora, sin directora».

Las claves
  1. Sueldos con 260 € de diferencia para las mismas funciones

    Las auxiliares de enfermería denuncia que un tercio de su colectivo en Santa Rita tiene contratos de categoría C2, que cobran 260 € menos limpios al mes por hacer los mismos trabajos que compañeras de categoría C1.

  2. Personal interino que va enlazando contratos cortos

    Entre el personal con la categoría C2 son habituales los casos de trabajadoras que enlazan contratos de corta duración, lo que afecta a la conciliación familiar y provoca situaciones de ansiedad por la incertidumbre constante.

  3. La impugnación de oposiciones frena contrataciones

    En marzo se creó una bolsa extra-ordinaria de dónde obtener personal para cubrir vacantes. Paralelamente se convocaron oposiciones, pero el proceso está impugnado y el Consell hace contrataciones puntuales para completar la plantilla.