Edifincas construyó y explotó el cementerio nuevo hasta 2005. | Josep Bagur Gomila

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El Ayuntamiento de Ciutadella ha requerido a los 32 titulares de nichos transmitidos irregularmente en el cementerio nuevo que renuncien a sus derechos y los devuelvan al municipio. Es el trámite necesario para recuperar las 209 unidades de enterramiento que la antigua concesionaria, Edifincas Menorca, transmitió de forma simulada y fraudulenta entre personas de su entorno y que no retornó al Consistorio al finalizar el periodo de concesión del cementerio, en 2005.

La segunda teniente de alcalde, Maria Jesús Bagur, asegura que el acuerdo, formalizado hace diez días por la Junta de Gobierno, es fruto del «exhaustivo» trabajo realizado por los servicios jurídicos del Ayuntamiento y de las negociaciones llevadas a cabo, en base a ello, con los antiguos gestores del servicio funerario. «Estamos contentos de recuperar estas sepulturas y de ponerlas a disposición de Ciutadella», afirma Bagur, quien confía en que, a partir de este acuerdo, «todo acabe bien» y no haya problemas para poder ofertar estas unidades de enterramiento a la ciudadanía.

Reclamación a la empresa concesionaria

De hecho, el Ayuntamiento también ha reclamado a la empresa concesionaria el pago de 73.388’79 euros más intereses por las transmisiones efectuadas desde 2013, al quedar extinguida la concesión por la gestión de los servicios funerarios, y que libere buena parte de los 60.000 euros del aval bancario que depositó al formalizar el contrato. Con ello, el gobierno local dice «poner orden a la gestión funeraria y garantizar que los cementerios, como espacios públicos que son, sean gestionados con total transparencia y conforme a la normativa vigente».

El proceso se inició hace dos años y medio, a mediados de 2022, cuando el Ayuntamiento detectó claros indicios de que la concesionaria podría haberse lucrado con la venta presuntamente fraudulenta de sepulturas. Tres informes municipales revelaron graves incumplimientos de las cláusulas del contrato y observaron indicios penales de fraude que aconsejaban poner el caso en conocimiento de la Fiscalía. Una vía que evita el acuerdo extrajudicial alcanzado con la empresa.

El apunte

20 años de fraudes, litigios judiciales e irregularidades en la gestión funeraria

La transmisión fraudulenta de sepulturas es el último eslabón de una cadena de irregularidades que han manchado la gestión funeraria en Ciutadella desde que, hace 20 años, el gobierno de Llorenç Brondo externalizó el servicio. En 2013 el Ayuntamiento rescindió la concesión a la UTE Edifincas-Funeraria Bonet en base a un dictamen del Consell Consultiu, que consideró «acreditadas múltiples irregularidades» y el «incumplimiento culpable» del contrato en el que había incurrido. Se probaron una veintena de infracciones sanitarias castigadas por la Conselleria de Salud y que motivaron dos sanciones que sumaban 231.000 euros. La funeraria falseó facturas, realizó exhumaciones e inhumaciones y trasladó restos desde el cementerio viejo hasta el nuevo para la incineración de cadáveres sin permiso alguno.