La coordinadora balear, Belén Matesanz, se desplazó a Menorca la pasada semana para comunicar a Carmen Reynés, consellera de Bienestar Social, la decisión de concluir su actividad en la Isla, en la que operaba desde 2021. A las causas operacionales a las que aludió cuando fue preguntada por este diario al respecto, sumó las económicas en su explicación a la consellera.
La ONG que presta atención a personas en riesgo de exclusión social, especialmente las víctimas de prostitución, se puso a disposición del Centre Assesor de la Dona (CAD), dependiente del Consell, para realizar un traspaso paulatino de todos los expedientes que mantiene abiertos en Menorca, es decir, 203 prostitutas a las que atendían a través del programa «Obrint Camins».
La ONG dispone de dos personas que trabajan a jornada completa en Menorca. Desde la comunicación de la marcha de MdM en Menorca, se ofreció al Consell para iniciar los contactos y las reuniones necesarias con las usuarias del programa, para que conozcan a los técnicos y los recursos a los que pueden acudir ahora a través del Centre Assesor de la Dona, que se hará cargo de sus casos. La consellera, Carmen Reynés, señaló este miércoles que ya están contactando con estas mujeres y se atenderá a quienes lo requieran.
A partir de diciembre, con la apertura del centro de crisis, quedará garantizada la atención 24 horas a las víctimas de violencia sexual, ha explicado Reynés.
El CAD ya debería contar con la información de los casos que atiende la ONG sobre las mujeres en riesgo de prostitución, pero no lo ha hecho con la normalidad que debiera. De las 203 que asegura haber tratado el año pasado, apenas de una decena de ellas se dio cuenta al CAD.
La ONG también se ha ofrecido a colaborar en cualquier necesidad específica que tenga en la Isla, pese a que dejen de tener presencia física en este territorio.
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