Responsables de residuos de Menorca, el Govern, la Conca de Barberà y Ses Salines en la jornada de ayer.

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La migración de residuos desde Es Castell a los contenedores de los municipios de Maó y Sant Lluís, desde que en abril la recogida pasó a ser íntegramente con el sistema puerta a puerta, «se ha constatado pero es menos significativa de lo que parece». El Consorcio la cifra hasta hoy en 60 toneladas, apenas un 2,5 por ciento de las 2.343 toneladas de residuos mezclados que se recogieron en el municipio en 2023. Así lo expuso ayer el director insular de Medio Ambiente, Mateu Aínsa, durante la I Jornada de Gestión de Residuos Domésticos que se celebró en la Sala Multifuncional de Es Mercadal.

El descenso en la generación de residuos en Es Castell, del orden del 40 por ciento, no implica que «todos se vayan a otros municipios», dijo Aínsa, sino que «se ha evitado el mal uso de los contenedores, en los que se depositaban residuos impropios como restos de obra».

Modelos de gestión

Organizado por el Consell, el Govern balear y el Consorcio de Residuos, el evento sirvió para exponer modelos de gestión como el de selección en origen implantado en Maó y Es Castell desde finales de 2023 y a lo largo de 2024; el que desarrolla, también puerta a puerta, el Ayuntamiento de Ses Salines en Mallorca, marcado por la estacionalidad, con el núcleo turístico de Colònia de Sant Jordi, y mucha población de segundas residencias; y por último, la fórmula mixta de recogida puerta a puerta y en contenedores inteligentes por la que ha optado el Consell Comarcal de la Conca de Barberà, en Tarragona, que forman 22 municipios.

En Menorca seis municipios siguen con la recogida de basura domiciliaria mediante contenedores, cuyos niveles de selección en origen están estancados en un 20 o 25 por ciento.

Desde el pasado abril todo Es Castell recoge los residuos seleccionados en los hogares puerta a puerta, según el calendario fijado para cada fracción, y en áreas de aportación para las viviendas diseminadas, alcanzando un 80 por ciento en selección. Por último Maó está en un compás de espera, con un 55 por ciento de la población que usa el nuevo sistema y el resto, contenedores. El Consorcio debe definir cómo implanta la recogida selectiva en los barrios con más pisos, «en breve se decidirá», señaló Aínsa, sin avanzar el sistema a implantar en las zonas con más habitantes.

#finsaquí cuestiona el reciclaje

Miembros de la plataforma ciudadana #finsaquí que asistieron al debate plantearon la cuestión de la protección de datos, con el uso del microchip en los cubos de recogida, y cuestionaron si realmente los residuos se reciclan y si las condiciones en la planta de Milà son óptimas, sembrando la duda sobre si las basuras se mezclan pese al esfuerzo ciudadano por separar.

De hecho fue este colectivo el que denunció la mala praxis en la recogida de algunas fracciones que se mezclaban en un camión y que obligó al Consorcio a amonestar a FCC. Sin embargo, la técnica de residuos Catalina Pascual rebatió las insinuaciones y aseguró que «en cada camión llega una fracción y tenemos los albaranes de los envíos que salen de la Isla, es mentira que todo se mezcle en Milà».

El apunte

Mancomunar el servicio, clave del éxito en Tarragona

La Conca de Barberà es una comarca de Tarragona formada por 22 municipalidades que ha implantado la recogida puerta a puerta y en contenedores inteligentes para incrementar la selección en origen, que se había estancado y «con las campañas de concienciación no avanzaba», explicó la técnica de Medio Ambiente, Mireia Bonastre, durante la jornada. En siete municipios funciona el ‘puerta a puerta’ y en 15 los contenedores que se abren con tarjeta o con el teléfono móvil. Para evitar el turismo de basuras, cuando el 75 por ciento de las tarjetas estaba entregado se cerraron los contenedores, para evitar que vecinos con recogida puerta a puerta llevaran sus bolsas a las zonas limítrofes. El 75 por ciento de los residentes prefiere usar la tarjeta a la aplicación móvil. Eexiste, reconoció la profesional, el problema de la brecha digital para un sector de población más vulnerable, como la gente mayor.

Pero la fracción resto «cayó en picado» y se ha logrado llegar en torno al 75 y 80 por ciento de separación de residuos.

El éxito, según el modelo de esta comarca tarraconense, reside en la mancomunidad. «Mancomunar optimiza el servicio, los operarios y los costes, un único contrato para todos los ayuntamientos, con acuerdo político, es clave», aseguraron los representantes de la Conca de Barberà.

En Menorca hay municipios que se resisten, Sant Lluís ya anunció que no quiere el sistema puerta a puerta con cubos en las calles y en Ciutadella no se contempla en los próximos cinco años. Los otro cuatro pueblos están a la expectativa, agotando las contratas actuales.

Durante el debate se habló del coste económico del nuevo sistema y también de la penalización política que supone su implantación. Respecto a lo primero, el incumplimiento de las exigencias de la UE en cuanto a preparación de los residuos para el reciclaje (55% en 2025) puede tener un coste más elevado que la recogida selectiva solo en multas, y sobre el coste en votos, se apostó por «dejar la batalla política a un lado y mirar al futuro» en una cuestión de servicio público como es la recogida de residuos y su reciclaje.