El portavoz municipal de Ara Maó, Jordi Tutzó. | Gemma Andreu

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La negociación del presupuesto del Ayuntamiento de Maó para el año 2025 ha encallado. Ara Maó, el partido que apoyó la investidura de Héctor Pons pero no llegó a entrar en el gobierno, ve «muy difícil» apoyar las cuentas municipales del próximo año a la vista del «incumplimiento de acuerdos y compromisos» por parte del PSOE y su «falta de transparencia imperdonable».

La última crisis del agua ha evidenciado el distanciamiento entre los antiguos socios. La agrupación que lidera Jordi Tutzó sostiene en una carta remitida a este diario que la gestión de este tema por el gobierno socialista ha sido «injustificable» y no ha sido capaz de resolver el mal funcionamiento de la planta desnitrificadora de Malbúger ni tampoco informar a la población del incumplimiento de los parámetros sanitarios en el agua corriente que llegaba a sus casas.

  • Lea AQUÍ la carta que firma Jordi Tutzó

El choque entre PSOE y Ara Maó no solo aleja la posibilidad de un acuerdo para aprobar los presupuestos de 2025, sino que se hace extensivo además al resto de medidas importantes que deban ser refrendadas por la mayoría del pleno.

El apoyo externo, en peligro

«Han pasado muchas cosas y se nos hace muy difícil seguir dando apoyo desde fuera al gobierno», expone Ara Maó.

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Los reproches para justificar haber llegado a esta situación son múltiples. No entienden, por ejemplo, que el PSOE haya rechazado sus últimas propuestas, como reservar un mínimo del 25 por ciento del presupuesto municipal a inversiones para la mejora de la gestión del agua o la negativa a incluir a la Policía Local de Maó en el sistema VioGén contra la violencia de género.

La 'herida' de la Sala Augusta

Ara Maó critica que se haya «condenado» a la Sala Augusta a un «futuro incierto» después de que el alcalde aceptara «de forma unilateral» la propuesta del Govern del PP de construir un Conservatorio de nueva planta en la zona de Dalt es Cós, la falta de proyecto para la antigua nave de la Seat, donde se ha ignorado el resultado de una consulta ciudadana, o el retraso en la modificación del Plan General para adaptarlo a la Ley de Reserva de Biosfera y el nuevo Plan Territorial.

La agrupación de electores recuerda que también «tuvo que plantarse» con la nueva tasa de basuras porque la propuesta del equipo de gobierno del PSOE no garantizaba «un mínimo de progresividad en los importes ni en su aplicación en el tiempo».

Ara Maó recuerda que su voto fue decisivo, en julio de 2023, para la investidura de Héctor Pons a pesar de que el PSOE había roto las negociaciones para reeditar la coalición de gobierno de izquierdas de los últimos mandatos. «Dimos nuestro voto sin contrapartidas porque creemos que Maó debe tener un gobierno progresista», señalan.

Medio año después, Ara Maó votó también a favor de los presupuestos de 2024, tras alcanzar un acuerdo por escrito con una serie de compromisos que en buena medida no se habrían cumplido.