Imagen de una de las piscinas ilegales construidas en Torre Vella. | R.L.

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El GOB, que ha desvelado tanto las irregularidades de las piscinas de los agroturismos de Torre Vella como el de Sant Llorenç (Menorca Experimental) en Alaior, no entiende como se les ha podido conceder licencia turística a ambos establecimientos ante las evidentes ilegalidades.

«¿Alguien ha ido a inspeccionar el final de obra?», se preguntan los ecologistas. «¿Se han concedido las licencias para entrar en funcionamiento sin haber ido a ver cómo habían quedado los alojamientos?», cuestiona, a la vez no acaba de comprender que «tenga que ser una ONG quien detecte estas irregularidades flagrantes».

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Mismo modus operandi

La asociación ecologista denuncia que «la gran similitud» en ambos casos que «parece mostrar una misma forma de operar para eludir, con engaños, la tramitación ambiental». En este sentido recuerda que los dos agroturismos pasaron una evaluación de impacto ambiental y en ambos se planteó la construcción de depósitos (albercas) o estanques, con el objetivo de recoger aguas pluviales o depuradas, a fin de reducir extracciones del acuífero para abastecer la actividad turística (duchas, cocina, jardinería, etc.). Finalmente, estos estanques acabaron siendo piscinas, y así las promocionan abiertamente los dos complejos en sus páginas web.

El GOB destaca que «esta misma maniobra para engañar la tramitación ambiental» la han usado promotores diferentes, por lo que cree que «sería bueno investigar qué coincidencias se pueden encontrar en los equipos técnicos que han acompañado las dos tramitaciones».