Los cables de fibra óptica, destrozados por mordeduras de ratas. | Josep Bagur Gomila

TW
20

La implantación de la fibra óptica en el casco antiguo de Ciutadella cuenta con una dificultad añadida, ocasionada por la presencia de ratas que se comen el cableado. Desde la empresa instaladora advierten que las averías por esta causa están siendo cada vez más frecuentes: la última se subsanó este mismo lunes en la calle de Santa Clara, donde hacía apenas una semana que se habían colocado los cables.

Técnicos de Zener, la instaladora que trabaja para Movistar y que han sustituido esta semana la fibra óptica en la céntrica calle, aseguran que esta problemática empieza a ser habitual, no solo en el casco antiguo de ponent, y no únicamente en Ciutadella, sino que ocurre en más puntos de la Isla. Aunque «intentamos sellarlos», los roedores logran acceder a los registros y muerden los cables, de telefonía, de fibra e, incluso, líneas eléctricas. De hecho, operarios de Cobra que trabajaban ayer en el Carrer de Sant Cristòfol, admitían que las ratas también producen daños en los tendidos eléctricos.

Operarios instalaban cableado de fibra óptica en la Contramurada. | Josep Bagur

La fibra óptica, mejor en términos de velocidad y estabilidad, adolece de ser un material menos robusto que los cables de cobre en vía de extinción, algo que aprovechan las ratas. Además, su sustitución es más compleja. No se pueden hacer simples empalmes (o uniones mediante fusión), sino que debe reemplazarse todo el tramo de cableado para garantizar su fiabilidad.

La problemática con las ratas afecta a la fibra óptica, pero también a otras instalaciones, como el cableado eléctrico. Ayer mismo, técnicos de Cobra inspeccionaban la red en la calle de Sant Cristòfol, de Ciutadella. 
La problemática con las ratas afecta a la fibra óptica, pero también a otras instalaciones, como el cableado eléctrico. Ayer mismo, técnicos de Cobra inspeccionaban la red en la calle de Sant Cristòfol | Josep Bagur Gomila

Desratización

La concejal de Salubridad Pública, Esther Mascaró, señaló ayer que en el Ayuntamiento «tuvimos un aviso y se comunicó a la empresa de desratización, que hizo una actuación». En cualquier caso, recordó que «periódicamente» se actúa para evitar la proliferación de roedores y descartó que se trate de una plaga. «Sí que hay ratas, pero no es una plaga», y aseveró que «seguirá habiendo ratas mientras haya solares descuidados y sótanos sucios». Porque «las ratas no viven en las tuberías, allí se esconden», y «el Ayuntamiento puede actuar en el espacio público, alcantarillas, red de pluviales, como hacemos cuando hay un aviso, pero no podemos entrar en las propiedades privadas». En esos casos «solo podemos pedir a los propietarios que actúen», concluyó Mascaró.

El apunte

El Ayuntamiento «constarará la situación de los sótanos» del centro

Esther Mascaró avanzó que en el Consistorio «tenemos previsto que el inspector de salubridad haga visitas por el casco antiguo para constatar la situación de los sótanos». El objetivo de esta actuación es «buscar las típicas rejas antiguas o mallas» que comunican la calle con las plantas del subsuelo dentro de las fincas, y que sirven de escapatoria para las ratas. «Nosotros no podemos entrar en las propiedades privadas», pero sí velar para evitar que se extienda la presencia de roedores. Así, «animamos a que la gente mantenga limpias sus propiedades».