Los socorristas han izado la bandera roja en la playa de Macarella, sin apenas gente este miércoles por la mañana. | I.P.D.R.

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La previsión de mal tiempo por la influencia de una vaguada atlántica que evoluciona a DANA este miércoles empieza a cumplirse con la irrupción del temporal en el poniente insular, donde al mediodía han caído las primeras precipitaciones.

La alerta naranja que pesa sobre el conjunto insular por fuertes lluvias acompañadas de granizo, tormentas y fenómenos costeros ha obligado desde primera hora de la mañana a las autoridades a adoptar medidas urgentes como la cancelación de los trayectos en bus a las playas vírgenes de Ciutadella y el cierre de los principales arenales.

Es el caso de la playa de Macarella, una de las más emblemáticas y frecuentadas de Menorca, que luce la bandera roja y vacía en pleno mes de agosto. Al mediodía apenas había gente, tan solo algunos visitantes y excursionistas que recorrían el Camí de Cavalls. Con el parking cerrado y sin el servicio de bus lanzadera como único medio de transporte para poder acceder a la playa, la imagen es la de un arenal sin toallas ni sombrillas.

Policía, Protección Civil y socorristas se han encargado de desalojar las playas y los aparcamientos. En la imagen, apenas coches en el parking de Turqueta. | I.P.D.R.
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La misma estampa se ve en playas como Turqueta y Son Saura, donde la Policía Local y los socorristas han lanzado sobre las 12 horas un aviso a los usuarios que se encontraban en ambos arenales para que los desalojaran. De la evacuación de la gente se ha encargado también Protección Civil, que ha obligado a los usuarios a vaciar los aparcamientos.

Alerta naranja

Menorca se mantiene desde las 12 horas de este miércoles en alerta naranja por fuertes lluvias acompañadas de granizo y tormentas. El aviso por riesgo importante de precipitaciones está activado hasta las 18 horas de este jueves, mientras que el de tormentas con granizo que puede superar los 2 centímetros se prolongará hasta la medianoche.

También hay alerta amarilla por fenómenos costeros, por vientos de 40 a 50 kilómetros por hora que podrían incrementarse a los 80 o 100 kilómetros por hora en caso de tormenta y olas que pueden llegar a los dos metros.