Fachada de la casa de colonias de Sa Vinyeta, cuyo edificio principal tiene capacidad para 24 plazas | InJove

TW
5

La casa de colonias de Sa Vinyeta, ubicada en el término municipal de Ciutadella, gozará de la condición de residencia estudiantil de cara al nuevo curso educativo 2024/25 y tampoco descarta dar cobijo a los docentes.

Así lo ha aprobado el Consejo de Dirección del Instituto de la Joventud de Menorca (InJove) en sesión extraordinaria, haciendo ya referencia al estatus de residencia juvenil de la cual presumirá Sa Vinyeta.

Listado de precios

Al mismo tiempo, ya se conocen las tarifas para entrar a la residencia. En estancias superiores a los ocho meses, la pensión completa sale a 586,01 euros al mes. Por otro lado, media pensión se factura a 510, 92 euros, mientras que el alojamiento con tan solo desayuno incluido se rebaja hasta los 332,42 euros.

También existe la posibilidad de acceder al mismo servicio comaprtiendo una habitación doble. En este caso, el régimen de pensión completa cuesta cerca de 50 euros menos que en el individual: 529,50 euros. El precio de la media pensión también desciende hasta los 444,44 euros y la opción de alojamiento y solo desayuno se reduce a los 265,94 euros.

Incremento de las tarifas

Cabe recordar que las tarifas para reservar Sa Vinyeta y las otras cuatro casas de colonias, además del otro albergue y campamento que oferta InJove, se incrementaron en un 20 por ciento a particulares y en un 10 a entidades sin ánimo de lucro con la entrada en vigor de la ordenanza fiscal reguladora de los precios públicos para la prestación de servicios en las instalaciones juveniles que gestiona InJove.

El director insular de Juventud y Deportes, Rafel Quintana, explicó en su momento que desde la institución habían detectado que los precios de dichas instalaciones «no se actualizaban desde 2019». Por tanto, las tarifas estaban «muy por debajo del coste de otras instalaciones similares en Balears y la Península». Con este cambio, Quintana defendía que las instalaciones se ponían «en valor».

No obstante, el PSOE no lo veía de la misma forma. La consellera socialista, Bàrbara Torrent, mostró su rechazo total pidiendo que se mantuvieran los precios, alegando que el ocio educativo «se ha convertido en una necesidad y en un derecho en la sociedad actual». Sin embargo, el nuevo uso de Sa Vinyeta se plantea como una solución para combatir el problema del acceso a la vivienda en la Isla, aprovechando así sus 24 plazas disponibles.

Condiciones

Desde el Consell de Direcció de InJove informan de que los usuarios «abonarán una fianza que corresponderá a un mes de estancia en régimen de alojamiento y almuerzo». Este importe se descontará posteriormente de la cantidad que se abone en el último mes de estancia del curso.

De este modo, los jóvenes estarían contratando unos servicios que incluyen almuerzo completo todos los días de la semana, siendo de autoservicio los sábados, domingos y festivos. Además, su habitación se limpiaría semanalmente, con lavado y cambio semanal de sábanas y toallas, las cuales otorga el propio centro junto al edredón correspondiente. Los estudiantes también tendrán a su disposición todo tipo de comodidades, como aire acondicionado y calefacción, acceso a la red WiFi, a la cocina y al comedor público, aparte de la sala de estudio. Por otro lado, se pueden añadir otros servicios opcionales como el de lavandería por ocho euros.

El apunte

El albergue que fue centro de refugiados y personas sin hogar

En el pasado, la casa de colonias y el albergue juvenil de Sa Vinyeta ya hicieron las funciones de centro de acogida. La primera ocasión se dio en el año 2020 con la irrupción de la pandemia, cuando Sa Vinyeta se convirtió en un centro de acogida para personas sin hogar debido a la falta de espacio en Sant Joan dels Vergers de Maó. Además, se habilitó una zona para aislar a aquellos positivos en covid. En su momento llegó a albergar a doce personas y al año siguiente se mantuvo como casa de acogida temporal al prever un repunte de la demanda de usuarios como consecuencia de la crisis económica derivada de la pandemia, alcanzando la plena ocupación en algunas fases.

En marzo de 2022 volvió a ser utilizada como centro de acogida, pero esta vez para los refugiados de la guerra de Ucrania que llegaban a la Isla.