Imagen de archivo de la vuelta a clase, tras las vacaciones de verano, en la escuela Mateu Fontirroig de Maó.

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Ya sea porque en las últimas décadas las clases en Menorca siempre se han impartido en catalán o porque las familias castellanohablantes consideran que la mejor manera para aprender la lengua propia de las islas es seguir con el catalán en las aulas, la inmensa mayoría de las familias en las que en casa hablan en español quieren que la educación de sus hijos sea en catalán, avalando así el modelo de inmersión lingüística .

Así lo constatan los datos difundidos este domingo sobre la libre elección de lengua en el proceso de escolarización de los alumnos de cuarto de Educación Infantil (más conocido como P-3). En Menorca de las 637 matrículas realizadas en esta etapa educativa un total de 572 (89,8 por ciento) ha escogido el catalán, y apenas 36 (5,7 por ciento) el castellano. 29 alumnos (4,6 por ciento) no ha marcado ninguna preferencia y cabe destacar que todavía faltan a formalizar tres matrículas.

Unos datos que contrastan con la utilización social de ambas lenguas, del que según las últimas cifras del censo sobre el uso de las lenguas, en Menorca en el año 2021 el 40 por ciento de la población habla con la familia en castellano. Si se extrapola este porcentaje medio a las familias de los nuevos alumnos acogidos a este proceso de escolarización resulta que solo 1 de cada 6 familias castellanohablantes ha escogido el español para la primera enseñanza de sus hijos, mientras que 3 de cada 4 ha apostado por el catalán.

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De Bauzá a Prohens

Menorca es con diferencia la isla con los porcentajes más altos de alumnos que quieren seguir con la educación en catalán, con casi un 90 por ciento, por el 79,7 por ciento de Mallorca y el 65,2 por ciento de Eivissa y Formentera.

Este dato se suma a que en Menorca, a diferencia de Mallorca y Eivissa, ningún colegio de las 28 escuelas de la Isla se ha adherido al plan piloto del Govern y ha solicitado acogerse al proyecto de libre elección de lengua impulsado por el PP de Marga Prohens, empujado por las exigencias de Vox.

La respuesta tanto de los centros como de las familias recuerda a lo que ya pasó con el Govern balear de José Ramón Bauzá (también del PP) que también introdujo para el curso 2012-2013 (antes de aplicar el polémico TIL) la libre elección de lengua. En Menorca, los centros educativos entonces ya mostraron un nulo interés por cambiar los proyectos lingüísticos de las escuelas y el número de alumnos que solicitó iniciar la enseñanza en castellano apenas llegaron al 9 por ciento, lo que hizo que ante la falta de demanda (con una media de dos o tres alumnos por centro) no se crearan aulas específicas para impartir las clases en castellano.