La consellera de Vox, Maite de Medrano, y Adolfo Vilafranca. | Gemma Andreu

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Más de 3.000 propietarios de hortals ilegales de Menorca están pendientes de que este lunes el pleno del Consell apruebe acogerse al proceso extraordinario de regularización abierto por el Govern. Pero, para que salga adelante, se necesita el voto a favor o la abstención de la consellera de Vox.

En medio de la crisis permanente que vive el partido de Santiago Abascal en Balears, la menorquina Maite de Medrano ha optado hasta ahora por mantenerse fiel a las órdenes de Madrid. Y la última consigna ha sido romper el acuerdo de gobierno en Balears y no colaborar con aquellas entidades locales que participen en la acogida de menores inmigrantes procedentes de Canarias.

El Consell de Menorca, gobernado por el PP en minoría, ya ha dejado claro que sí va aceptar a los niños que le toquen en el reparto nacional. «Es una necesidad y hay que atenderla», han expresado desde el departamento que dirige la vicepresidenta Carmen Reynés, en línea con el discurso del líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo.

A diferencia de otras regiones, en Balears las competencias de menores no son autonómicas sino que están transferidas a los consells. No obstante, Vox ha decidido salvar de la ruptura el pacto en el Consell de Mallorca al entender que, en este caso, la orden de atender a los migrantes viene del Govern y no de cada isla.

El ‘no’ a los presupuestos

La consellera de Vox en Menorca, Maite de Medrano, ya dejó a la institución sin presupuestos tras ser expulsada del gobierno por negarse a aceptar la injerencia del PP en el área que ella gestionaba. Desde entonces, el pacto entre ambos partidos en la Isla está formalmente roto, aunque el presidente Adolfo Vilafranca había reconducido la situación con su exsocia en los últimos plenos.

La legalización extraordinaria de los hortals es un proceso que Vox, en principio, ve con buenos ojos. La duda está en lo que pasará en el pleno del lunes. Ver hasta qué punto De Medrano está dispuesta a escenificar la ruptura de su partido con un PP al que Vox acusa de «colaborar con la inmigración ilegal» y hacer valer el peso de un voto que es decisivo.

De momento, la consellera menorquina no ha respondido a la petición que le hizo este sábado este periódico para aclarar cuál es su postura sobre la acogida de menores extranjeros no acompañados en las instalaciones del Consell, ni tampoco si este hecho afectará a partir de ahora al sentido de su voto en los plenos.