Imagen de uno de los parques ya en marcha que se ha quedado sin subvención, el de Ses Vinyes, en Es Mercadal. | Gemma Andreu - Gemma Andreu

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La gran mayoría de parques solares que se promovieron en Menorca con el impulso de las ayudas públicas del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) se van a quedar sin subvención. El ente dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica se ha puesto duro y ha empezado a comunicar a los promotores que deniega las ayudas aprobadas por incumplir con los plazos establecidos –con sus sucesivas prórrogas– y sin tener en cuenta que en gran parte los retrasos en la justificación de las inversiones se deben al atasco burocrático. Solo dos de las doce plantas que iban a recibir subvención han podido cumplir con los hitos marcados.

El sector esperaba que el IDAE tuviera mano ancha y tomara en consideración los problemas que con los que se han topado los promotores durante las farragosas tramitaciones, pero se ha encontrado con lo que algunas fuentes tildaban ayer de una «escabechina» que no se queda solo en la negativa a dar las ayudas prometidas, sino que también ha comunicado que incauta los avales depositados a empresas que –atendiendo a su recomendación– renunciaron voluntariamente a las subvenciones. Hasta dos promotores confirmaban ayer que van a dar la batalla legal en los tribunales al entender que no se les puede responsabilizar de los retrasos sufridos.

De la primera convocatoria de ayudas para la implantación de parques solares (Solbal I), solo uno de los seis proyectos beneficiarios ha logrado salvar la subvención, la ampliación de Son Salomó. Los otros cinco parques, que sumaban una ayuda pública de 1,36 millones, no han llegado a tiempo. Es el caso de Ses Vinyes I y II, que ya están en funcionamiento y vertiendo a la red y que solo por un mes no lograron un hito que no dependía de ellos, la inscripción definitiva en el llamado Registro Administrativo de Instalaciones de Producción de Energía Eléctrica (Raipee). No ha habido clemencia con ellos.

Los otros tres parques que tenían ayuda de Solbal I los promovía una misma empresa, Tornaltí Solar SL, que visto el incumplimiento de los plazos y tras ser urgidos por el IDAE a hacerlo, decidieron renunciar voluntariamente a la ayuda y ahora ven como se les ha comunicado la incautación de las garantías entregadas. A razón de 20.000 euros el megavatio, en su caso más de 100.000 euros. La empresa ya ha presentado un recurso y tiene claro que acudirá a los tribunales si no prospera. «Esto no es ayudar al emprendimiento», lamentaban ayer. Dos de sus parques, Tornaltí Cases y Rafal Vell, ya llevan meses construidos y están a la espera de tramitar con Endesa la conexión a la red de media tensión. El otro, Binibeca Sun, todavía no ha empezado las obras y ha sido reprogramada su puesta en marcha para el segundo semestre de 2026.

La panorama en la segunda convocatoria de ayudas (Solbal II) no es mucho más halagüeño. Se aprobaron entonces otros seis proyectos y solo uno ha podido justificar la inversión en plazo, el Royal Son Bou, que en enero recibió la comunicación de que tenía derecho a la ayuda, aunque todavía no la ha cobrado. En esta nueva hornada de parques llama la atención el caso del Agrisolar, de 20 MW, que lleva más de un año construido y a la espera de la ampliación de la subestación de Es Mercadal. Fuentes de la empresa explican que los plazos de esta segunda convocatoria ya se han superado.

Con esta segunda remesa de ayudas ha ocurrido algo como mínimo llamativo. Tres de los seis proyectos aprobados renunciaron antes de empezar la tramitación porque se les condcedió la ayuda sin saber si podrían conseguir un punto de acceso a la red. No lo lograron y se retiraron, entre ellos el promovido por la propia adminsitración en Es Castell. El único que sigue la tramitación, el denominado Puercoespín, en L’Argentina, ha conseguido recientemente los permisos para empezar las obras. El ahorro global en subvenciones será para el IDAE de 4,2 millones.