Los menores que lleguen a la Isla, normalmente en edad adolescente, recibirán acomodo en la Casa de la Infancia

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Al Consell de Menorca le va a corresponder acoger, en principio, a uno o dos menores migrantes no acompañados de los 10 que ha aceptado recibir el Govern balear después de la Conferencia Sectorial de Infancia celebrada el miércoles en Lanzarote en presencia de representantes de todas las comunidades autónomas, Ceuta y Melilla.

A pesar de que los recursos residenciales para menores en la Isla están completos, el Consell está dispuesto a habilitar el espacio necesario en la Casa de la Infancia para dar acomodo a los que finalmente le sean transferidos, el mismo número de los que irán a Eivissa. Su llegada no será inminente hasta que Balears no firme un convenio con Canarias, la comunidad de procedencia.

Los que le corresponden forman parte del reparto de los 400 que ya no pueden asumir Canarias ni Ceuta, totalmente desbordadas. El Govern accede a que lleguen estos diez menores, si bien la consellera de Familias, Catalina Cirer, advirtió al Gobierno central que Balears no está en condiciones de poder seguir recibiendo menores migrantes no acompañados.

La situación también satura a este archipiélago como prueba que en lo que va de año ya hayan llegado casi 1.300 migrantes en pateras, 82 de ellos este jueves, pero ninguno a Menorca. En la actualidad Balears da residencia a 306 menores, lo que supone una sobreocupación del 650 por ciento.

«Seguimos con la capacidad máxima cubierta pero pasa prácticamente en toda España», explicaba este jueves Daniel García del Mar, director insular de Bienestar Social. El Consell entiende que afrontar un problema como este «es una necesidad y por tanto hay que atenderla».

El Centro de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF) -la Casa de la Infancia- tiene todas sus plazas cubiertas. Residen 15 adolescentes en el edificio de Maó aunque en situaciones extremas se han llegado a ubicar una veintena.

Por otro lado, otros diez menores de los tutelados por el Consell, han sido reubicados en uno de los pisos cedidos temporalmente por el Fons Menorquí de Cooperació, también de Maó, para conseguir la separación por grupos de edades y perfiles.

Además, la institución insular tutela a otros cuatro menores que han sido derivados a Amadiba de Palma, un centro de atención integral para menores con más necesidades por discapacidad emocional o conductual.

El Consell ya acoge a cuatro adolescentes migrantes

Cuatro menores migrantes que llegaron a a las costas de Balears en los dos últimos años residen tutelados por el Consell en la Casa de la Infancia, de Maó. Uno de ellos está a punto de cumplir los 18 años, por lo que deberá salir de este centro y probablemente pasará por un piso puente de la Administración en la Isla. La llegada de los cuatro no fue al mismo tiempo sino que lo hicieron en diferentes momentos, en grupos de dos, tras haber desembarcado en las otras islas de este archipiélago procedentes de la costa argelina. Para los 10 que llegarán a Balears en los próximos meses el Estado destinará al Govern 529.550 euros con los que financiar su estancia y manutención durante un año.

El apunte

La casa para los más pequeños, en Maó, pendiente de reforma

La casa cedida por el Ayuntamiento de Maó al Consell en abril precisa reforma para adaptarse a la normativa vigente con la que acoger a un grupo de menores de los que tutela la institución insular.

A pesar de las intenciones vertidas desde el área de Bienestar Social el pasado mayo, que apuntaban a un inminente traslado de los tutelados de menor edad a este nuevo inmueble, finalmente, la necesidad de reformarla lo han paralizado, presumiblemente hasta principios de otoño.

Es necesario realizar algunos cambios en la vivienda de 300 metros cuadrados hábiles que una mujer dejó en herencia al Consistorio. Se ha de mejorar la escalera, cambiar marcos de ventana, introducir todos los elementos de seguridad necesarios y realizar una intervención de mayor calado e el patio.

Mientras tanto, los 10 niños y niñas de 5 a 11 años, residen en el piso que presta el Fons Menorquí de Cooperació al Consell desde los primeros meses de este año debido al incremento de ingresos que experimentó y mantiene la Casa de la Infancia, y para conseguir una separación por edades y perfiles respecto a los adolescentes.