Juana Mari Pons y Joan Benejam este miércoles ante la prensa. | Josep Bagur Gomila

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Avanzar en la solución del problema crónico de las inundaciones en el polígono industrial de Ciutadella, con la instalación de una red de recogida de las aguas pluviales en toda la zona, requerirá de una inversión de 13,1 millones de euros y un plazo de ejecución de 11 meses.

Esta es la estimación del Ayuntamiento de Ciutadella, cuya alcaldesa, Juana Mari Pons Torres, y el concejal de Urbanismo, Joan Benejam, presentaron este miércoles el proyecto básico de recogida de pluviales que también dará servicio a la futura ampliación del sector B9. El nuevo proyecto actualiza la propuesta redactada en este mismo sentido en 2012 y contempla la instalación de una conducción soterrada para el transporte del agua de lluvia por gravedad.

La propuesta contempla dos tramos de conducción, el primero irá desde la conexión con el sector B9 hasta el cruce de las calles Fusters y Ferrers, y absorberá tanto las aguas del B9 como las de las conducciones existentes en la calle Fusters. El segundo tramo, desde el cruce de las vías citadas anteriormente, cruzará la carretera general hasta enlazar con el Camí Vell y hacer desembocar las aguas en el Canal Salat.

La previsión municipal es fruto de la iniciativa de un grupo de empresarios, que a finales del año pasado se organizó para reactivar la ampliación del polígono que, tras décadas de espera, se verá ampliado en unos 300.000 metros cuadrados, explicaron los responsables municipales.

El proyecto deberá dar respuesta al embalsamiento de agua de lluvia que ha provocado daños a empresas en numerosas ocasiones, la ultima tormenta más dañina se produjo en 2022 y de nada sirvieron las mejoras que se habían realizado el invierno anterior, ya que los sumideros se taponaron por follaje y suciedad. Cabe recordar que hay negocios, como Toy Planet, que presentaron una demanda contra el Ayuntamiento porque el local se ha llegado a inundar hasta siete veces por la deficiente evacuación de las aguas.