La hostelería, uno de los sectores más afectados por una posible reducción de jornada. | Josep Bagur Gomila

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La Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Menorca (PIME), la principal patronal de la Isla, ha alzado la voz este martes en contra de la propuesta del Gobierno central de reducir la jornada laboral a un máximo de 37,5 horas semanales. Aseguran que la medida, de llevarse a cabo, es «inasumible», pone en riesgo la viabilidad económica del tejido empresarial de la Isla y provocará «una nueva pérdida de competitividad». Sectores como la hostelería, el comercio o la agricultura se apuntan como los más afectados.

La reducción de jornada cobrando lo mismo que plantea la vicepresidenta Yolanda Díaz, que «rechazan totalmente», supone según los cálculos de PIME un incremento de los costes salariales del 6,25 por ciento, una cifra que se acerca al 10 por ciento en aquellos sectores que tienen pendiente de aplicar subidas negociadas en los convenios colectivos para Balears, en condiciones más ventajosas que en el resto de España.

Ante este panorama advierten: «Las empresas no podrán asumir este incremento salarial y los costes derivados del mismo sin provocar un alza de precios o plantearse su continuidad». Piden por ello que, de aplicarse, la medida se acompañe de bonificaciones como la reducción de cotizaciones sociales o incentivos fiscales.

Economía turística

PIME recuerda que Menorca parte de una economía estacional donde el periodo de plena actividad no va más allá de los seis meses que dura la temporada turística. Los sectores asociados a esta actividad, añaden, «hacen uso de mano de obra intensiva» mientras que el grueso de los empleadores son autónomos, micropymes y pequeños empresarios.

La patronal destaca las dificultades para cubrir plantillas con nuevos trabajadores, lo que ha llevado a las empresas a ofrecer sueldos más altos y ajustar jornadas para poder respetar los turnos establecidos en los convenios colectivos, lo que ya se traduce en menores horarios de atención al público y, por tanto, para poder facturar.

En el caso de Menorca, se han negociado en los últimos años convenios colectivos en condiciones más ventajosas que el resto de España. También aquellos empleados que cobran el salario mínimo han tenido una importante revalorización en los últimos años. Factores, en definitiva, que según PIME «han ido frenando» la actividad empresarial en la Isla.

Apostar por incentivos

«Cada vez es más difícil hallar mano de obra para cubrir los sectores productivos de la economía de Menorca y la motivación de los jóvenes para emprender es escasa», señala PIME en un comunicado público, «es necesario tomar medidas que fomenten las iniciativas en el sector privado en lugar de fijar obligaciones que mermarán la productividad».

«Una decisión así se debe tomar desde la negociación colectiva de convenios en los que ya se establecen las jornadas máximas y donde se contemplan las peculiaridades de cada sector de actividad», añaden en su comunicado. Para concluir valoran que «la mejor propuesta» para adoptar una medida de este tipo sería «incentivar a las empresas» que apliquen la reducción de jornada, en vez de obligar a ello «sin ninguna contrapartida».