Las ordenanzas para ahorrar agua están forzosamente en la agenda de los ayuntamientos de la Isla.    | Jaume Morey

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El Consell ha puesto a disposición de los ayuntamientos el borrador de un reglamento marco para unificar criterios en la elaboración de nuevas ordenanzas municipales sobre el ahorro de agua, que el Plan Hidrológico de Balears obliga a los consistorios a aprobar antes de 2027. El documento, que está siendo analizado por los gobiernos municipales, incluye una novedad que llama especialmente la atención, la imposición de límites de consumo de agua en hogares y negocios y un régimen sancionador que disuada de superarlos.

La ordenanza marco de ahorro del agua que el Consell ha puesto sobre la mesa de los ayuntamientos incluye un artículo titulado «Límite de agua consumida». En este apartado se establece que los receptores del servicio de suministro de agua para el consumo de uso doméstico o comercial «no podrán superar en ningún caso los 75 metros cúbicos cada dos meses», algo más del doble del consumo medio.

Se trata de una estimación para una vivienda de tres habitantes y los autores del documento dejan claro que los consistorios deberían valorarlo y revisarlo en función de los hábitos de consumo de cada municipio. En el régimen sancionador se establece en cualquier caso que superar el límite de consumo que termine fijando cada ayuntamiento estará tipificado como una infracción muy grave con multas previstas de hasta 3.000 euros y la posibilidad de restringir el suministro.

El artículo sobre la limitación de consumo también propone a modo orientativo un límite para los establecimientos turísticos de 25 metros cúbicos cada dos meses por plaza de alojamiento, mientras que establece que aquellos grandes comercios o industrias que por su tipo de actividad no puedan cumplir con esas limitaciones de consumo deberán presentar y justificar como máximo seis meses después de la entrada en vigor de las nuevas ordenanzas una previsión de consumo ajustada a sus necesidades que deberá ser aprobada por el ayuntamiento y en ningún caso podrá ser superada.

Otras medidas

La ordenanza marco para el ahorro del agua aborda al margen de la limitación del consumo otras muchas medidas encaminadas a propiciar un uso eficiente de los recursos hídricos, entre ellas la obligación de que los establecimientos turísticos y las nuevas viviendas unifamiliares cuenten con sistemas de aprovechamiento de las aguas grises para su uso en las cisternas de los inodoros, la obligación de usar aguas regeneradas o pluviales para el riego y la limpieza de las calles y la implantación progresiva de sistemas de drenaje de aguas pluviales y de redes separativas de las aguas de lluvia y del alcantarillado.

Asimismo, se prevé la redacción de planes de usos eficientes para los llamados grandes consumidores, aquellos con un consumo anual superior a los 5.000 metros cúbicos. Estos planes, con medidas para garantizar la implantación de sistemas de bajo consumo, la revisión periódica de fugas y el establecimiento de buenas prácticas con objetivos cuantificables de reducción del consumo, tendrán que ser aprobados por los ayuntamientos y revisados periódicamente para comprobar su cumplimiento.

La ordenanza marco también obliga a los pequeños consumidores a instalar fontanería de bajo consumo en el caso de nuevas construcciones o en reformas tanto de obra mayor, como de obra menor si afecta a la fontanería.

Aljibes en nuevos edificios

Uno de los aspectos en los que más hincapié hace la ordenanza marco para el ahorro de agua que ha hecho el Consell es la necesidad de potenciar el uso de los aljibes y tanques de lluvia. Se propone la creación de un registro municipal de instalaciones, que deberán ser informadas por los propietarios con una declaración responsable con su capacidad, su ubicación y su estado de mantenimiento.

Se propone la obligación de repararlos en el caso de que no sean funcionales, con un margen de cinco años y ayudas públicas. Las nuevas construcciones deberán prever siempre la instalación de sistemas de almacenamiento de agua de lluvia.

El apunte

El IME apremia a los alcaldes: las nuevas ordenanzas, mejor para este año

Tras un año de trabajo, la comisión de Agua y Territorio del Institut Menorquí d’Estudis (IME) ha concluido el llamado plan de medidas prioritarias en materia de agua y territorio, un documento cuya primera medida planteada es precisamente la redacción de ordenanzas municipales de ahorro de agua. Esta suerte de hoja de ruta recuerda que el Plan Hidrológico de Balears obliga a aprobar esos reglamentes antes de 2027, pero considera que, teniendo en cuenta que existe un borrador de ordenanza marco que puede facilitar el trabajo a los ayuntamientos, esas nuevas ordenanzas para promover el ahorro de los recursos hídricos y la eficiencia en su gestión deberían ser una realidad antes del año 2025.