Su recopilación de figuras históricas, entre ellas algunas de la Transición, como Juan Carlos I, pretende mostrar cómo grandes personas han sido decisivas con su acción para defender y construir los valores democráticos europeos, ahora en peligro. Dijo que eso ya no depende tanto de los análisis de los procesos, como en tiempos de Marx, sino del coraje de quienes defienden la democracia.
Ante un comentario de una persona del público sobre la aparente fortaleza de dirigentes dictatoriales, Putin por ejemplo, en contraste con la debilidad de los liderazgos en Europa, Valls defendió la capacidad de la democracia de crear líderes fuertes bajo un principio de unidad que ahora no existe. Por eso reclamó que «los europeos debemos defender lo que somos» y más «coraje ético y moral como el que representa Volodímir Zelenski».
Advertencia
Su exposición adquirió tono de advertencia. «No podemos vivir pensando que eso no pasará, porque puede pasar». La victoria de Trump y la extensión de la guerra de Ucrania son dos ejemplos. Por eso, defiende que hay que prepararse y si eso implica invertir más en defensa habrá que hacerlo.
El ex primer ministro francés comentó que «hemos tenido el privilegio de vivir en una Europa de libertad y democracia, pero eso está cambiando, por los extremismos, la posverdad, la mentira como argumento y las ideologías en contra de los valores universales». Lamentó que esté creciendo «entre la izquierda una línea ideológica de odio a Israel».
Manuel Valls considera que «ha llegado un momento en el que hay que escoger» ante los dos principales peligros para los europeos: Putin y el islamismo. Tanto él como Cayetana Álvarez de Toledo coincidieron en que «los políticos no tratan a los ciudadanos como adultos y no les dicen la verdad por el miedo a perder votos». Y otro aspecto del diagnóstico realista-pesimista: «Los políticos solo se dirigen a los suyos».
3 comentarios
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Pues este mensaje llega tarde para Francia. Y España estamos ahí ahí....
Venga yaNinguno de los dos es santos de mi devoción, pero, ¿me va usted a decir que «los políticos no tratan a los ciudadanos como adultos y no les dicen la verdad por el miedo a perder votos» o «Los políticos solo se dirigen a los suyos», es mentira? Vivimos en un país que no puede ser más paternalista con el ciudadano, si pudiera, al estado solo le faltaria darnos de comer a la boca... Le pongo un simple ejemplo: En Suiza, un estado cuya democracia es infinitamente más participativa que la nuestra, el ciudadano paga sus impuestos una vez al año (y se paga al año siguiente, en cuotas). Cobra su sueldo integro, quitando, quizas, el seguro medico, y luego a final de año, el estado le pasa la factura, y el ciudadano la paga. Aquí eso es imposible, tu no puedes bajarte las cotizaciones a cero, tienes un minimo que tienes que pagar si o si. A todo esto, sumale las mil ayudas, subvenciones y otras historias, en lugar de buscar simplificar la legalidad, la fiscalidad y tener un contexto impositivo coherente, que no necesite luego, suplementarlo con ayudas a quienes no llegan.
Hace menos de un mes, en entrevista a "La Vanguardia", nos contaba que “de pequeño quise ser César o Napoleón”. Sionista a ultranza, pasa por alto el conflicto palestino para defender atacar a Irán. Masón reconocido, iniciado en 1989, y socialista que eligió la ciudadanía francesa a los 20 años cuando el PSF llegaba al poder. Intentó ser fichado por el PSOE, pero consiguió colarse en C's, partido a cuya ruina electoral contribuyó como nadie. Y, claro, nos da lecciones de cómo debe actuar Europa. Me quedo con el final de este artículo, que le va al pelo: Tanto él como Cayetana Álvarez de Toledo coincidieron en que «los políticos no tratan a los ciudadanos como adultos y no les dicen la verdad por el miedo a perder votos». Y otro aspecto del diagnóstico realista-pesimista: «Los políticos solo se dirigen a los suyos». Cayetana, con lo que tú vales, acuérdate del "dime con quien andas y te diré quién eres". Y aplicaos ambos lo dicho.