Edificio de la Conselleria de Salud en Maó, donde se encuentra el servicio de la unidad. | Gemma Andreu

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La Unidad de Conductas Adictivas (UCA), adscrita al departamento de Bienestar Social del Consell, padece también la falta de médicos que quieran permanecer en la Isla, y lleva ya casi un año sin un profesional fijo.

Desde el 31 de marzo de 2023, cuando se jubiló la doctora que ocupaba la plaza, el servicio se cubre con un profesional, el doctor Antonio Zamora, coordinador de las UCA de Mallorca, que se desplaza cada 15 días para atender a los usuarios menorquines. Ha habido candidatos para cubrir la plaza pero finalmente no se han decidido por venir a Menorca y el Consell, según explicó ayer la consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés, negocia con un profesional que la próxima semana visitará los centros de la UCA en Maó y Ciutadella y podría quedarse en el servicio, pero «aún no está cerrado, nuestra voluntad es cubrir esa vacante, somos los primeros interesados», explica Reynés.

La consellera dará explicaciones sobre la situación de la unidad en el pleno de la institución el día 19, a raíz de una propuesta de acuerdo del PSOE en la que la oposición «exige el compromiso tanto de la Conselleria de Salud del Govern como también del Consell para dotar de forma inmediata la unidad de personal médico estable». La consellera Bàrbara Torrent conoce las dificultades para captar profesionales porque estaba al frente del departamento cuando se produjo la jubilación que generó la vacante, pero reprocha que la solución provisional de desplazar a un médico de Mallorca se haya perpetuado durante casi todo un año.

La Unidad de Conductas Adictivas es un servicio competencia de Salud y que presta el Consell a través de un convenio con la Conselleria. En 2022 el servicio atendió a 441 personas, de las cuales 411 recibieron tratamiento y de estas un 10 por ciento, 42 usuarios, dentro del programa específico para patología dual del que dispone la UCA, ya que «el consumo de drogas y otras conductas adictivas va ligado en muchas ocasiones a un diagnóstico de salud mental», señala la consellera socialista en su propuesta.

En relación a las demandas de tratamiento de los usuarios, según la memoria 2022 ese año la sustancia principal de demanda de tratamiento fue el alcohol con un 34,62 por ciento, seguido de los estimulantes –entendidos como la cocaína, el binomio alcohol más cocaína y otros estimulantes– con un 27,56 por ciento, y, en tercer lugar, el cannabis con un 14,10 por ciento.

Respecto a las adicciones comportamentales de los usuarios iniciados durante 2022, los de juego patológico representan un 5,13 por ciento, los de nuevas tecnologías un 1,92 por ciento y las otras adicciones comportamentales un 0,64 por ciento.

La UCA ofrece también programas de prevención y talleres, de estos últimos los más demandados según la última memoria disponible son los del alcohol y el cannabis.