«La palabra diácono significa ‘servidor', y al recibir este primer grado del sacramento del Orden Sacerdotal podrás ser reconocido como verdadero discípulo de aquel que vino a servir y no a hacerse servir», manifestó el obispo de Menorca, Gerard Villallonga, a Jaume Denclar Quevedo en su ordenación diaconal.
La iglesia de la parroquia de la Mare de Déu del Roser de Es Castell acogió ayer tarde esta gozosa celebración de la Diócesis menorquina en la que el joven Jaume Denclar Quevedo fue ordenado diácono. Familiares, amigos y numerosos fieles participaron en la Eucaristía, que presidió el obispo Gerard y que fue concelebrada por presbíteros, diáconos e integrantes de distintas comunidades de vida consagrada de la Isla.
El 19 de marzo pasado, Día del Seminario, Jaume Denclar inició su camino hacia el sacerdocio al ser instituido acólito de la Iglesia católica en una ceremonia que también se celebró en la parroquia del Roser de Es Castell, que presidió el entonces obispo electo Gerard Villalonga Hellín. Ya anunció el pastor de la Iglesia menorquina que Jaume Denclar Quevedo sería ordenado diácono en los próximos meses, lo que se llevó a cabo ayer tarde.
Libro de los Evangelios
La Eucaristía oficiada ayer tarde incluyó el rito complementario de la entrega del libro de los Evangelios al nuevo diácono, signo visible de la misión encomendada para anunciar los valores y las enseñanzas contenidas en el Evangelio de Jesús.
En la homilía, destacó el prelado de Menorca que esta ordenación diaconal coincidió con la Jornada Mundial de las Misiones, con un lema inspirado en el relato de los discípulos de Emaús: «los corazones fervientes y los pies en camino». Subrayó el obispo que «toda la comunidad diocesana de Menorca y hoy especialmente tú, Jaume, hemos de renovar nuestro celo para la evangelización en el mundo actual». Añadió a continuación que «todos somos evangelizados por Jesús y así nos convertimos en discípulos misioneros, en evangelizadores».
Planteamiento vocacional
El obispo Gerard puso el acento, en su intervención, en el sentido y la trascendencia de la vocación para asumir y dedicarse plenamente a la vida sacerdotal. «El planteamiento de la vida cristiana es vocacional. Estamos convencidos de que Dios es quien llama y envía; y nos capacita para la misión que asigna a cada uno de sus seguidores», afirmó. «No tengas miedo -dijo, dirigiéndose a Jaume Denclar- al recibir una misión que puedes pensar que te sobrepasa. Recuerda las palabras de San Pablo relativas a que el servicio apostólico de cualquier ministro del Evangelio es un don de Dios y no la mera decisión de un hombre».
«Una buena noticia»
La ordenación diaconal de Jaume Denclar, según el titular de la sede episcopal de Severo, «constituye para la Iglesia de Menorca y para todos los menorquines una buena noticia; es una expresión del Evangelio que se entiende no sólo a través del culto, sino también con el ejemplo de la vida del nuevo diácono como sirviente de Dios y, al mismo tiempo, administrador de sus misterios».
«Todo ello nos anima, como pueblo de Dios que peregrina en Menorca, a convertirnos, como el mismo, en una ofrenda pura y aceptable a Dios», concluyó Gerard Villalonga. Después de la Eucaristía, Jaume Denclar recibió el abrazo y la felicitación de sus familiares y amigos.
El apunte
Queda adscrito a las parroquias de Sant Antoni Abat y Sant Climent
2 comentarios
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Ja ho tenim arrenjat... no saben ni arreglarse lo seu i voeln arrenjar els problemes dels demés...
Suerte en tan aciagos tiempos.