El colectivo de familias de Menorca que se están empezando a organizar para mostrar su rechazo al uso excesivo de pantallas en los centros escolares celebró el viernes una reunión en la Casa de Cultura de Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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La digitalización en las aulas se está acelerando en toda Europa, y con ella crecen las reticencias y las dudas entre muchas familias sobre los efectos del uso de las nuevas tecnologías en la educación. Esta preocupación ha llegado también a Menorca, donde un colectivo de padres y madres se está organizando para impulsar este debate.

Marta Cardona es maestra en la escoleta de Sant Climent y es una de las iniciadoras, junto a Amalia Quintanilla y Marissa Bosch, de este movimiento en la Isla, que defiende unas aulas libres de pantallas. Las tres se conocieron a partir de la publicación de distintas cartas durante el curso pasado, en las cuales mostraban su preocupación por los efectos de la digitalización en las escuelas e institutos, y decidieron conocerse presencialmente.

Para empezar a organizarse y compartir información, el pasado mes de julio decidieron crear un grupo abierto de WhatsApp, que en dos meses ya cuenta con más de 140 personas. «No somos una organización, sino un colectivo espontáneo al cual la gente se suma para manifestar su inquietud sobre este tema», señala Cardona.

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Imagen de los Chromebooks repartidos desde la Conselleria.

Desde el colectivo aseguran que no están en contra de las nuevas tecnologías, pero ven con preocupación la digitalización de los centros educativos, especialmente en los últimos cursos de Primaria y durante toda la Secundaria, y cuestionan la validez de este modelo. «Nos preocupan dos cosas principalmente: el uso de Chromebooks en todas las asignaturas y que se permitan los móviles en los institutos», precisa Cardona.   

Por ello, abogan por la prohibición de los teléfonos móviles en los centros educativos y defienden que las familias no firmen la autorización para que los centros puedan abrir una cuenta de Gmail a nombre de sus hijos: «Así, como mínimo, no nos pueden poner los deberes en el Classroom y lo tienen que hacer en papel, como siempre», aseguran.   

Antoni Pons es otro padre que este jueves firmaba una carta en la sección de Opinión de este diario, junto a dos personas más, en la cual piden a la dirección del IES Josep Miquel Guardia de Alaior que «el uso del Chromebook sea una herramienta complementaria, y no la herramienta del centro», y solicitan que los deberes en casa se hagan «con libros y libretas». «La  desconexión digital en horario no lectivo para nosotros es una solución, un paso importante hacia la regulación de las pantallas», añaden.

Por su parte, la directora del centro, Marga Genestar, explica que se han reunido con las familias que han expresado su malestar por el uso de los dispositivos digitales, y que trasladarán esta preocupación al claustro para tratar el tema a lo largo del curso. Genestar defiende que «la digitalización tiene un gran potencial a nivel de recursos y herramientas», pero reconoce que «es necesario encontrar un equilibrio en su uso, puesto que no es una herramienta válida para todo».

Por su parte, la directora territorial de Educación en Menorca, Alexandra Marqués, recuerda que «dentro del currículum que marca la Lomloe, la competencia digital es muy importante, y se tiene que trabajar». Además, señala que cada centro tiene autonomía para diseñar su propio plan de digitalización y no hay un criterio marcado desde la Conselleria. De todos modos, Marqués hace un llamamiento a la tranquilidad: «Estamos ante  una oportunidad de reflexión para toda la comunidad educativa y trabajaremos para encontrar un  equilibrio».