La problemática con las terrazas continúa en el pueblo. | Josep Bagur Gomila

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Los comerciantes de Fornells están en pie de guerra por las pérgolas que Ports les insta a colocar en sus terrazas. Tan es así que amenazan con interponer una demanda, por obligar a utilizar un tipo concreto de instalación, cuando «no está reglamentado y, por lo tanto, es arbitrario, algo prohibido en la Constitución en el ejercicio de la función pública».

Fuentes implicadas reclaman poder elegir las pérgolas, toldos y sombrillas para sus establecimientos, siguiendo una línea común para todos. Sin embargo, «en enero, Ports nos hizo una propuesta, de elegir unos toldos concretos, justamente de una empresa de Palma», que además no eran baratos. «Son más económicos cuanto más metros tengas de terraza, pero por 30 metros cuadrados eran unos 30.000 euros», denuncian.

Para más inri, «los instaladores dicen que las maderas que incluyen no son viables», lo que plantearía dificultades.

Con todo, «un técnico de Ports dijo que para aceptar estos toldos, había que firmar el compromiso de mantenerlos cuatro años, mientras redactaban el reglamento». Algo que, consideran, atenta contra la legalidad, siendo un caso de «prevaricación».

Por otro lado, hay comerciantes a los que, con el pretexto de dejar paso sobre las aceras, se les obliga a retranquear sus terrazas 2,20 metros en lugar de 1,20. «Les    hemos recomendado que lean bien el Real Decreto estatal que lo especifica», ya que esos 2,20 metros son aplicables «si solo hay un acceso, y tenemos tres». Por eso, advierten que Ports se expone a una demanda por daños y perjuicios por las mesas que no dejan instalar cuando, insisten, sí tienen derecho.