La viñeta de Zaca sobre la situación de los trabajadores de Correos ante el 23J.

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Colas interminables para solicitar el voto por correo, horarios y personal insuficientes para atender toda la demanda y gente que se ha quedado sin poder ejercer su derecho de sufragio activo. Es la situación que se ha vivido estos días en las diferentes oficinas de Correos de la Isla. Ahora se suma la denuncia de la plantilla de la empresa pública en Menorca, que asegura estar «desbordada».

Desde UGT Correos anuncian que «no damos abasto» ante la masiva solicitud de votos por correo. El plazo para realizar la petición terminó el jueves y este sábado arrancó, en las oficinas centrales de Maó y Ciutadella, el reparto de papeletas para que los españoles que están de vacaciones en Menorca y solicitaron su voto vía postal puedan ejercer, hasta el día 20, su derecho en las elecciones generales del 23 de julio. En el resto de localidades este proceso empezará el lunes y desde UGT Correos afirman que están hasta los topes.

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Ha habido una falta de previsión, consideran, que se ha agravado a raíz de las «condiciones poco óptimas» que arrastran desde hace tiempo. Especifican que llevan dos años «solapando barrios», es decir, trabajando en el que les toca y en otro adicional que no está cubierto por la falta de personal. «Ha habido plazas vacías durante todo el año a las que ahora se suman las que dejan los compañeros que están de vacaciones», concretan.

«Nos estamos sobreesforzando»

La intensidad de la jornada del 28-M, correspondiente a las elecciones autonómicas y municipales, y trabajar al aire libre en plena ola de calor mantiene al personal «cansado y muy agotado». Condición esta que empeora, explican, al no contar con refuerzos para atender la afluencia de usuarios que votarán por correo desde Menorca.

A pesar de que la empresa pública afirmó hace unos días que ha formalizado casi 500 contratos de refuerzo en Balears, el sector postal de UGT puntualiza que «realmente no hay refuerzo, es gente joven y sin experiencia que está cubriendo las plazas que no se han cubierto en todo el año y las que han quedado libres por vacaciones». Aclaran que la situación caótica que se está viviendo era previsible dado que «llevamos años avisando» de los efectos de este tipo de gestión. «Los trabajadores postales nos estamos sobreesforzando», advierten.