Desde la apertura de la veda de la langosta el pasado 1 de abril hasta el 28 de junio, los pescadores de Fornells han capturado 3.642 kilos de langosta, cuando en el mismo periodo del año anterior registraron 4.703 kilos de este producto estrella de la gastronomía de Menorca que acostumbra a ser insuficiente para cubrir la demanda del verano. En la Cofradía de Pescadores de Maó, donde cuatro de las siete barcas se dedican a la captura de langosta, los datos también van a la baja. Si bien hasta finales de junio de 2022 se registraron 845 kilos de langosta, 86 más que los anotados en 2021, en el mismo periodo de 2023 solo se han capturado 686 kilos de esta especie de crustáceo. «La caída es en picado», valora Martí Mata, presidente de la Cofradía de Pescadores de Maó, quien advierte que hasta el 31 de agosto, fecha con la que acaba la temporada de langosta, no se podrá hacer el balance definitivo.
En Ponent, el desplome de producto también es significativo. En la relación de capturas de la Cofradía de Pescadores de Ciutadella, la pesca de langosta ha bajado más de 500 kilos. Los 4.708 kilos registrados hasta el 28 de junio de 2022 han descendido hasta los 4.135 kilos en el mismo periodo de 2023. «A la reducción del tiempo de calado de los trasmallos se suman días de mal tiempo», reconoce Xavier Marquès, presidente de la Cofradía de Pescadores de Ciutadella.
Las capturas de gamba roja, otro de los productos estrella que da el mar de Menorca, se mantienen estables, según los pescadores de Maó y Ciutadella. Si bien hace tres años hablaban de «crisis» porque la gamba roja no aparecía, ahora confirman que las capturas han subido. En Maó han pasado de los 13.312 a los 14.725 kilos en un año, mientras en Ciutadella han pasado de los 9.370 a los 11.306 kilos.
Xavier Marquès, cofradía de Ciutadella: «Ir al mar es una aventura, no puedes esperar nada»
La reducción del tiempo de calado de los trasmallos dedicados a la captura de langosta ha influido en la menor disponibilidad de este producto estrella. Xavier Marquès, presidente de la Cofradía de Pescadores de Ciutadella, asegura que a este factor determinante se añaden otros como la meteorología desfavorable, el cambio climático o la contaminación marina, que influyen en el desplome de recursos pesqueros en general. «Ir al mar es una aventura, no puedes esperar nada», concluye, y lamenta que la suma de restricciones a la pesca profesional no atrae a las nuevas generaciones y que el relevo en el gremio se complica cada vez más.
Martí Mata, cofradía de Maó: «Salimos para pescar, no para hacer contrabando»
El presidente de la Cofradía de Pescadores de Maó, Martí Mata, recuerda que hace décadas «había setenta barcas y un secretario era suficiente para hacer todo el papeleo», ahora, resalta, «solo hay siete barcas y dos secretarios que no dan abasto para preparar toda la documentación» que les reclaman y que tienen que presentar con cada nueva restricción y medida reguladora. Entiende que haya una regulación de la actividad, pero no que «nunca haya buenas noticias y siempre implique pérdidas para nosotros». Defiende que constituyen un «negocio pequeño» y que «salimos al mar para pescar, no para hacer contrabando».
Óscar Sans, cofradía de Fornells: «Las 24 horas de calado las hemos notado muchísimo»
La nueva normativa que establece un tiempo máximo de 24 horas continuadas levantó ampollas en el sector pesquero de la Isla cuando se anunció y, especialmente, en el conjunto de pescadores que trabajan en Fornells. Los pescadores de artes menores viven de la captura de las langostas durante cinco meses y la reducción del tiempo de calado implica una reducción en el número de ejemplares pescados. «Las 24 horas de calado las hemos notado muchísimo», asegura Óscar Sans, secretario de la Cofradía de Pescadores de Fornells. La langosta ha sido la gran pérdida, ya que el resto de especies capturadas se mantienen más o menos igual.
El apunte
El sector pesquero achaca a «factores externos» la reducción de producto
5 comentarios
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Es soluciona pujant el preu un 18% com ja han fet.A jo ,com diu Paripal, m'importa un pito es preu de sa llagosta,continuaré amb hous fregis en patatas.Lo que no diu l'estudi son cuantas tones de peix no han mort inutilment amb se reducció des temps de ses gegudes.
Una pregunta rapida. Si hi ha un 18% menis de captures, el consum de llagosta, tambè es reduira amb aquest percentatge????
Anar a sa "geguda" implica un munt de peixos morts "por la cara". S, avi meu era pescador i em sap greu dir açò però tornau a ses nanses!!! O ès massa feina? Tal vegada hi podrien haber més pescadors i voltros no us farieu tan rics. I tampoc aniria malament deixar de fer "cigalades". I tampoc estaria malament exigir fer estudis per reproduïr i alliberar alevins a la mar. I si en realitat esteis interesats en la mar i no en ses peles, mirau com gestionen a Estats Units sa pesca de´s gromàntil a Massachussets. Sa modernització no només ès tenir GPS a sa barca. I ses llagostes famelles de més de 2 kilos, deixau-les a la mar!!!
Acaso es ésta una queja de los pescadores ? Lo primero que hacen al pescar 18% menos es duplicar el precio. Terminan trabajando menos tiempo y ganando más para satisfacer los paladares de lujo. Nosotros, arroz con huevo frito. Uno. Quéjense de alguna otra cosa; que siempre están atentos a cobrarnos más por cualquier motivo que surja. Si sólo dejan la red 24 horas, a quejarse y subir precios. Si es mucho más tiempo, pobrecitos! que trabajan muuucho y subir precios... Dejando una red más tiempo NO se trabaja más. Descansan más ! Hacen lo posible para que terminemos importando langostas de China.
Antes los pescadores tenian las redes 2-3 dias en el mar. Se cogia pescado, este se moría y la langosta iba a por él. Al finals se mataban a un montón de peces para quedarse con una langosta. Me parece bien que se limite a 24h el calado.