Natural de Es Castell, en la montaña Arthur’s Seat, con Edimburgo al fondo.

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Interesado en el mundo de la tecnología y la informática, Aresky Berkane vive desde junio de 2019 en Escocia, donde ha conseguido empleo en una reconocida plataforma de venta de billetes. Hasta los 17 años vivió en Menorca, con su familia en Son Vilar. Estudió Bachillerato Científico en Madrid y volvió a la Isla para cursar Administración y Finanzas mientras trataba de encontrar su propia vocación, que descubrió era la programación y el desarrollo de páginas web. «Mi hermano estudiaba en la Universidad Queen Margaret de Edimburgo y me propuso ir con él», recuerda.

En junio de 2019 se mudó y empezó a formarse en tecnología e informática, aunque la covid se interpuso y regresó a Menorca. En 2021 volvió a Edimburgo y allí consiguió trabajo como ingeniero de sistemas durante dos años. «Escocia es un país rico y avanzado en tecnología», declara. Ha estado compartiendo piso con dos españoles y ahora vive solo en un apartamento en el centro de la ciudad, que recorre con su pareja escocesa. «Te tiene que gustar el frío y las nubes, porque no hay sol», explica. «Aquí no tienes vitamina D y hay muchos casos de depresión», revela.

El ambiente en Edimburgo es sombrío y sus habitantes pasan la mayor parte del tiempo en interiores. «Echo de menos el sol, dar un paseo por Menorca y, también, el queso, cada vez que voy, me llevo unas cuantas piezas», bromea. Emigrar ha sido, para él, «un reto, porque he sentido la soledad, pero a nivel personal he crecido mucho».

Reconoce que la calidad de vida «es mejor en la Isla o en España en general», pero espera quedarse, allí, por lo menos, otros cinco años más. «Con mis estudios tengo más opciones laborales en Escocia», aclara. Ahora, a la vez que trabaja desde casa, estudia el grado para ser ingeniero informático.