Se calcula que existe un millón de metros cúbicos de madera en los bosques de Menorca actualmente. | Gemma Andreu

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La producción estimada de biomasa en la Isla como energía limpia para el consumo, atendiendo a las necesidades de demanda de los ocho municipios, incluidas las actividades industriales, representaría un impacto económico de 24,5 millones de euros anuales en beneficio del sector forestal.

Es la conclusión a la que llega el diagnóstico encargado por la Agencia Menorca Reserva de Biosfera, que fue presentado este jueves en la sede de Agricultura del Consell, en relación a la potencialidad de este segmento empresarial y la gestión sostenible de la masa forestal de la Isla, que sin embargo, apenas alcanza el 0,1 por ciento de la madera disponible en los bosques para su transformación en esta energía renovable para la descarbonización de la economía insular.

La demanda actual, según este estudio, es de 1.125 toneladas de consumo al año frente a la capacidad de producción de biomasa que daría para cubrir la estimada de 399.000 toneladas. Es, a simple vista, un reclamo suficiente para particulares y empresarios que sigue sin penetrar en la sociedad insular para elevar esta actividad complementaria con la conservación de las ventajas y las funciones que proporciona el bosque insular.

La rentabilidad del consumo actual de biomasa en Menorca es de 69.225 euros, a un precio medio de facturación de 125,58 euros por tonelada, de ahí que el negocio de la estimada -casi 400.000 toneladas- llegaría a alcanzar los 24.554.620 euros al año, además de generar más de 500 puestos de trabajo.

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Los bosques crecen un 4 % al año

El estudio concluye que en la Isla existe suficiente masa forestal para la generación de biomasa garantizando la restitución natural de los bosques a medio plazo. En las dos últimas décadas los productores han extraído de los bosques de Menorca una media de 1.300 metros cúbicos cada año, es decir, apenas el 0,1 por ciento de la cantidad de madera que se calcula que hay disponible, alrededor de un millón de metros cúbicos. Los bosques crecen un 4 por ciento por año lo que demuestra que la generación de biomasa no afecta a la masa forestal y a su regeneración.

La realidad actual es que la demanda de biomasa es irrelevante en el territorio insular lo que frena el desarrollo del sector como una pescadilla que se muerde la cola. En este sentido el trabajo dado a conocer por el equipo redactor del diagnóstico, Rosa Gil, Roberto Martínez, Borja Pellejero y Joan R. Sánchez, que presentó el conseller Josep Juaneda, destaca como propuesta a la Administración que el consumo energético de los edificios públicos, actualmente mínimo, podría adaptarse perfectamente con grandes calderas instaladas en los dos mataderos, las piscinas municipales de Ciutadella, Maó y Es Mercadal, las ocho residencias geriátricas, los 22 centros de educación infantil y los 29 de educación primaria y los ocho de formación profesional.

En total representaría un consumo de 14.400 toneladas al año para las 72 instalaciones públicas inventariadas a un bajo coste en comparación con la energía eléctrica. Para el edificio del Consell propone, además, una caldera de biomasa que requeriría unas 200 toneladas de astilla seca y supondría un ahorro anual próximo al 50 por ciento, en comparación con el sistema actual.

Menos riesgo de incendios

La gestión forestal debe contemplarse como una actividad con beneficio económico que contribuye a la reducción de emisiones y además resulta fundamental en la tarea de prevenir el riesgo de incendios. Y es que la biomasa acumulada en los bosques «es una bomba de relojería», señalan los expertos entrevistados para la elaboración del diagnóstico.

El estudio contempla la necesidad de formar las empresas instaladoras de calderas, para que apuesten por la biomasa y ayudar a las productoras de astillas y pellets para que puedan certificar sus productos, además de potenciar con más financiación el Contrato Agrario o redactar un plan de choque de masas forestales.

Las claves
  1. Entre 1.100 y 1.125 toneladas, consumo medio anual

    Es la biomasa que se utilza en la Isla, normalmente como fuente de calor, durante un año, un dato que contrasta con la demanda potencial que, de utilizarse, rozaría las 400.000 toneladas.

  2. Solo el 32 % de las talas de leña van a consumo propio

    Según el estudio, el 32% de las talas autorizadas de leña en la Isla se destinan a uso propio, mientras que un 66 % tienen un destino orientado a comerciar la venta de leña en Menorca.

  3. Intrusismo en el sector por la falta de control

    El diagnóstico se refiere al intrusismo y la economía sumergida que hay en el sector por la falta de control y la mala praxis laboral y de gestión forestal que desprestigian esta actividad.