Eran las cuatro de la madrugada del 24 de febrero de 2022. Oksana y su hijo Ivan recuerdan la hora exacta. Estaban durmiendo, pero una cascada de fuertes explosiones y el sonido de cristales rompiéndose en su casa les despertó de golpe. Desde ese momento, sus vidas han cambiado por completo. Lograron sobrevivir dos semanas en ese «infierno», en la ciudad de Nikolaev, pero aprovecharon el ofrecimiento de unos amigos y huyeron a Menorca. Aquí no escuchan las sirenas de alarma ni los bombardeos, se sienten protegidos. Aun así, su corazón permanece con los familiares y amigos que continúan en Ucrania y el dolor y el miedo a perder personas queridas se ha asentado en sus cabezas.
Este es el relato de Oksana e Ivan, un relato lleno de dolor y angustia compartida por todos los refugiados ucranianos que se han visto obligados a emprender uno de los viajes más angustiosos -sino el que más- que uno puede emprender. El viaje del exilio forzado por una guerra. El 24 de febrero se cumplió un año desde el comienzo de la invasión de las tropas rusas en Ucrania, la culminación de un conflicto que ha ido in crescendo desde hace más de una década. Temerosos de su seguridad y de la de sus hijos, decenas de ucranianos emprendieron un camino que les llevó hasta Menorca. Aquí han encontrado un rincón seguro, mientras están en vilo por sus compatriotas y esperan la victoria y la paz en su país.
Los hombres no han podido salir
Mujeres y madres con hijos son el perfil de refugiados ucranianos que más se repite en la Isla. No es de extrañar. Desde el comienzo del ataque ruso, los hombres en edad militar tienen prohibido abandonar Ucrania, aunque hay excepciones. Son más de 100 los que han llegado a reunirse en Menorca, alcanzándose el pico más alto en junio de 2022. De ese centenar de refugiados ucranianos, tan solo quedan una treintena. Algunos han regresado a su país para intentar recuperar de las ruinas sus hogares y negocios. Otros han viajado a otras localidades en busca de más oportunidades laborales.
Aquí, en la Isla, la mayoría sigue viviendo con familias de acogida o dependen de Cruz Roja al no encontrar trabajo ni una vivienda asequible. Muy pocos han conseguido independizarse y vivir de manera autónoma con los ahorros que han conseguido después de trabajar en verano y con las ayudas de la administración y sociedad. Aun así, todos han hecho un gran esfuerzo para salvaguardar su salud mental y restablecer sus vidas tras abandonar sus raíces. Los niños van a la escuela y los adultos están aprendiendo español, algunos también catalán, y esperan poder volver a trabajar de cara a la temporada.
Los que ya están -y los que quedan por venir- no pueden volver a Ucrania. Allí la situación es bien dispar según la zona. Lo que sí se repite en todo el país es que la gente intenta seguir, dentro de lo que cabe, una vida normal hasta que suenan las sirenas de alarma. Es la manera que ha escogido el pueblo ucraniano para resistir a la guerra. «Vamos a seguir hasta el final, vamos a ganar, pero no sabemos cuándo ni cuántas vidas se perderán», confiesa Daria Iegorova, que reside en Menorca desde 2017. Mientras tanto, los refugiados en la Isla se mantienen a salvo y tratan de recomponer sus vidas.
La hazaña de una menorquina en Ucrania
Claudia Mayans, la joven menorquina que en 2022 estuvo en la frontera de Ucrania para atender a los refugiados, ha podido comprar gracias a donaciones alimentos que ha entregado a 40 familias necesitadas en la región de Ivankiv y las aldeas de su alrededor, donde, asegura, la ayuda humanitaria no llega por los cauces oficiales.
El apunte
Los más jóvenes, escolarizados y bien acompañados
7 comentarios
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Memoria HistóricaEso es mentira. Se quiere priorizar el uso residencial de la vivienda. Si ellos son residentes y quieren vivir aqui todo el año que compren la vivienda, sin problema si viven y trabajan aqui. Por desgracia no creo ni que puedan, porque al ser el nivel de vida mas bajo en Ucraina no dispondran de dinero para hacerlo. Esa propuesta quiere evitar a no residentes que nos quiten las casas, a gente COMOO NOSOTROS que si vive aqui.
AjoarrieroLos franceses son miembros de la Unión Europea y tienen el mismo derecho a comprar una casa como tú a comprar una casa en Francia.
Me alegro muchísimo por ellas. No tanto por los hombres, que tienen prohibido abandonar el país, y muchísimo menos por los sirios, que llevan más tiempo en guerra y siguen esperando. Doble rasero a más no poder.
Memoria HistóricaEstas equivocado-ada-ade, lo que no puede ser es que somos un quemadero de dinero negro, el centro ya es propiedad todo de franceses, los cuales o no vienen o solo hacen un par de semanas en verano, me digas tu si no les vale la pena irse a un hotel de 5 estrellas antes de comprar una casa con humedades por 500 mil, lo que hay que parar es la especulación
Quizás todos los jóvenes que inundan Europa ilegalmente puedan aprender algo sobre el valor, el deber y el patriotismo de los hombres de Ucrania.
Muy bueno el artículo. Ahora quien les dice a esta gente que el parlamento Balear quiere prohibir la venta de vivienda a extranjeros. Menorca debe ser una isla abierta al mundo.
"Los hombres en edad militar tienen prohibido abandonar Ucrania" Allí no tienen ministerio de igualdad