El panteón familiar donde se encuentran los restos del noble. | Josep Bagur Gomila

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La mujer que litiga en el Juzgado de Instrucción número 1 de Ciutadella para que sea reconocida como hija del noble José María de Olivar Despujol ha rechazado la última oferta que le ha trasladado un fondo de inversión europeo con el que habían negociado sus abogados para hacerse con las expectativas de derecho sobre el legado del aristócrata ciutadellenc.

Se trata de la herencia que podría obtener esta señora, de 75 años de edad, malagueña y residente en Marbella, si finalmente la justicia determina que es hija del noble. De ser así plantearía una segunda demanda judicial para reclamar los cuantiosos bienes, como heredera forzosa, legados a dos sobrinos de José María de Olivar, fallecido el 19 de febrero de 2018 en la ciudad del poniente insular, soltero y sin hijos reconocidos.

Los inversores interesados en estas expectativas de derecho negociaron con los abogados de la mujer, del gabinete Osuna, y plantearon una propuesta próxima al millón y medio de euros. No ha habido acuerdo y esta opción, con la que la mujer pretendía asegurar un ingreso económico importante aún renunciando al que le podría corresponder, para evitar el tiempo del largo proceso judicial que tiene por delante, ha quedado descartada.

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Los promotores querían adquirir el derecho sobre la herencia que reúne dos palacios, fincas y tierras, inmuebles, joyas, obras de arte de gran valor distribuidas en sus casas señoriales, empresas y capital en metálico con depósitos bancarios que rondarían los 10 millones de euros. Si la justicia determina que es hija del noble, como mínimo a ella le correspondería el 25 por ciento de los bienes.

Una de las principales intenciones del fondo inversor, ha informado su abogado, Fernando Osuna, era invertir en las fincas para transformarlas en agroturismos.

Conflicto con los sobrinos

Antes de plantear la demanda de paternidad, la mujer, hija de una profesora de lenguas con la que Olivar Despujol mantuvo una relación en Barcelona en 1945, intentó alcanzar un acuerdo con los sobrinos herederos, contra quienes dirige ahora la demanda, un tiempo después de la muerte del noble pero topó con la negativa de ambos. Tanto ellos como los tíos han rechazado someterse a una prueba de ADN para cotejarla con el de la demandante, ya que el cuerpo de José María de Olivar fue incinerado tras su muerte y no hay restos para tomar muestras biológicas.

Ante esta negativa, el pasado 4 de enero el juez del Juzgado número 1 de Ciutadella, Juan Pablo Molina, autorizó que se exhumen los restos de sus padres para conseguir estas muestras. El juez también autorizó la práctica de la prueba biológica para la exclusión de paternidad del hombre, ya fallecido, que reconoció a la demandante como su hija al casarse con su madre. La prueba privada ya se hizo con el ADN de sus dos hermanos y resultó negativa.

El apunte

La exhumación de los padres del noble, pendiente de fecha

Los restos de Carlos de Olivar y Olives y María del Pilar Despujol Pou, posibles abuelos de la demandante, serán exhumados en el Cementerio Viejo de Ciutadella en una fecha aún por determinar, pero que debería ser durante este primer semestre, si no se retrasa el proceso en el Juzgado de Ciutadella, ya que el auto que autoriza la exhumación puede ser aún recurrido.

Las muestras biológicas que se extraigan de ambos nobles se cotejarán con el ADN de la mujer que reclama la paternidad de José María de Olivar.

El Juzgado 1 de Ciutadella debe solicitar al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses que tramite la exhumación de estos restos. El mismo juzgado será el que coordine el día y la hora en que las forenses, junto a la comitiva judicial, encabezada por el propio juez o el letrado de la Administración de Justicia y los abogados asistan a la apertura de las lápidas para la toma de las muestras.