Caritas apuesta por un cambio de modelo en la entrega de alimentos, con el objetivo de que las familias vulnerables pueden escoger y comprar los productos que realmente necesitan. Para ello ha puesto en marcha una prueba piloto, que se impulsará en las parroquias del Carme de Maó y Santa Maria de Ferreries, que consiste en entregar tarjetas de crédito de prepago y nominales a familias con necesidades para la compra de alimentos.
La entidad diocesana informa que las tarjetas se darán tras un proceso de acompañamiento y valoración por parte del equipo técnico, y que el importe concedido «dependerá de las necesidades y número de miembros del hogar». Asimismo, los beneficiarios recibirán el asesoramiento de los técnicos y los voluntarios de Caritas para «gestionar la ayuda de manera correcta y presentar los comprobantes de la compra realizada».
Para Caritas, esta iniciativa trata de «responder a los nuevos tiempos con nuevas fórmulas que permitan dignificar la entrega de alimentos, de manera completamente anónima», con el objetivo de «favorecer la normalización de las ayudas, fortalecer las capacidades personales de los participantes evitando la estigmatización y potenciar su inclusión», para que «los beneficiarios pueden escoger de manera autónoma su compra, facilitar el acceso a productos frescos, además de apoyar el comercio de proximidad».
Las parroquias del Carme de Maó y Santa Maria de Ferreries son las primeras en probar esta iniciativa, que cuenta con la colaboración de CaixaBank, que será la entidad emisora de las tarjetas, y la aportación de ayudas para alimentos del Consell de Menorca, UNESPA, Govern balear y Caritas Española.
6 comentarios
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A mi parecer, no está bien. Cáritas tendría que centrarse en, con el dinero, comprar comida y artículos de primera necesidad, y hacer que quién lo necesite vaya a recogerlos, como siempre se ha hecho.
... si el Consell insular y el Govern Balear también están involucrados, que no aparezca Cáritas como la que se pone la medalla, que siempre estamos con lo mismo...
Me parece fatal que Cáritas participe en esa prueba piloto de una entidad financiera que no tiene ningún excrúpulo en fomentar las desigualdades sociales y económicas. De preocuparse socialmente por algo, creo que Cáritas debería preocuparse por que las personas tengan un medio adecuado de ganarse el sustento dignamente.
En el Covid ya vieron como gastaron en Alcohol las tarjetas que entregaron. ¿No quedó claro para que utilizan nuestro dinero con las tarjetas?
¿Podran comprar solo productos de primera necesidad o tambien vicios y caprichos?. Estaria bueno que tambien les pagaramos las gambas y el tabaco. Se supone que, por el buen manejo y uso de estas tarjetas, se hara un control exhaustivo de lo que se compre con ellas.
Que pidan el ticket que algunos le gusta mas beber que comer.