Bañistas aprovechando la cercanía al mar para sobrellevar el intenso calor | Josep Bagur Gomila

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Aunque en Menorca todavía no se puede hablar estrictamente de ola de calor, los 34,8 grados de máxima registrados este viernes en la estación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Es Mercadal rozan el límite establecido para esa categoría (35). Desde la delegación en la agencia en Balears, su portavoz, Miquel Gili,  señala que en la Isla, no obstante, «estamos ante un episodio de calor extraordinario, muy por encima de lo habitual».

Y según las previsiones, este viernes  será más excepcional aún, al entrar Menorca en alerta amarilla, entre las 13 y las 20 horas, periodo para el que se espera que el mercurio alcance los 36 grados. Un dato que supondrá un récord, ya que no hay constancia de que en Menorca se haya alcanzado esa temperatura jamás durante la primavera.

Un fenómeno de calor extremo que está afectando a prácticamente todo el territorio nacional, donde, también según la Aemet, la temperatura media diaria durante las dos primeras semanas de junio en el conjunto peninsular han estado por encima del promedio normal. En Menorca, la Aemet cifra la anomalía en 2,9 grados.

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Si se bucea en las estadísticas de Aemet nos encontramos con que la temperatura más alta registrada en la Isla durante un mes de junio fue la del día 29 de 1965, cuando se alcanzaron los 34.4 grados, cuatro décimas menos que la máxima de ayer. Un dato que hay que tomar con cautela, ya que entonces solamente se tomaban mediciones en el aeropuerto.

A nivel global, la actual ola de calor es una de las más tempranas, junto con la de junio de 1981. Sirva como ejemplo que la más tempranera de 2020 se registró en Menorca el 28 de julio, cuando se alcanzaron los 38,8 grados en Es Mercadal.

Otro de los elementos que más llama la atención es la temperatura del agua, que en algunas zonas del litoral menorquín ya alcanzan los 25 grados, una cifra mucho más propia del verano avanzado que del final de la primavera.

La Creu Roja recuerda algunos consejos básicos para soportar los efectos de la ola, entre ellos hidratarse y alimentarse bien, llevar ropa ligera y evitar esfuerzos físicos, mientras que desde la Aemet inciden en que hay que tener en mente que durante la época del solsticio es cuando la radiación solar es más dañina, de ahí la importancia de utilizar protección solar.