La ley de Biosfera inicia este miércoles su andadura en el Parlament

Se trata de un formalismo que afecta a todas las proposiciones de ley. Con la opinión del Ejecutivo, la iniciativa llega a la Mesa del Parlament para ser incluida en el orden del día de un pleno la toma en consideración de la citada ley. Es uno de los momentos clave de la tramitación, que se agilice o se demore influirá en los tiempos que se suceden a continuación.

Tras la toma en consideración, se abre el plazo durante dos o tres semanas para la presentación de enmiendas por parte de los grupos parlamentarios. Si el presidente de la Cámara decide dar agilidad a la proposición de ley, puede incluirla en un pleno del periodo ordinario de sesiones, que concluye el 15 de junio.

La tarea de debate a fondo del contenido comenzará con la reanudación en septiembre de la actividad del Parlament a través de una ponencia ad hoc para la discusión del texto. En ese ponencia todos los grupos tienen un representante, salvo el PSOE, que tiene dos. Que la ley sea aceptada tal como ha salido del Consell de Menorca o sufra un cepillado que la deje irreconocible se sustanciará en la ponencia. Se aventura una dura negociación política simultánea a la tramitación parlamentaria. En todo caso, ni la negociación ni el debate pueden durar más allá de marzo, a final de ese mes se disuelve el Parlament y el compromiso del Pacte es dejarla aprobada.

Fuentes parlamentarias explican que los servicios jurídicos «supervisan el procedimiento, pero no el contenido». Tampoco precisa de informes de otras administraciones, por lo que la ley se enfrenta exclusivamente al trabajo de los diputados autonómicos.