Las placas instaladas en el aparcamiento principal del aeropuerto de Menorca tienen potencia para generar 500 kilovatios.

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La puesta en marcha de la planta fotovoltaica de autoconsumo del Aeropuerto de Menorca está a la espera de los permisos solicitados al departamento técnico de coordinación de la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern y de la Conselleria de Industria. Cerca de nueve meses después de haber concluido las obras de la mayor instalación de paneles solares de la Isla, estos siguen sin funcionar.

Esta es la respuesta ofrecida por el Gobierno a la pregunta escrita formulada por los senadores del PP, Cristóbal Marqués, Maria Salom y José Vicente Marí, quienes interrogaron al Ejecutivo sobre los pasos que faltan para que funcionen las pérgolas fotovoltaicas y si existe una fecha aproximada para que esto suceda.

En la respuesta ofrecida a los senadores populares se especifica que el proyecto «Nuevas pérgolas parking P-1» contempla tanto la renovación de las marquesinas del aparcamiento del aeropuerto, como la instalación de la planta fotovoltaica sobre las mismas. «El aparcamiento P1 está en servicio en su totalidad desde julio de 2020», indica la respuesta del Gobierno, no así la instalación de generación de energía, que incluye 1.800 placas fotovoltaicas sobre una superficie de 3.800 metros cuadrados, todo ello para alcanzar una potencia de 500 kilovatios.

«Nueve meses después de terminar las obras de la mayor planta solar que tenemos en Menorca esta sigue inoperativa, ni siquiera se ha puesto en marcha en modo de pruebas y sigue a la espera de varios permisos», declara el senador menorquín Cristóbal Marqués, «es una pena que la mayor instalación de autoconsumo, tal y como está el precio de la electricidad actualmente y además, en una época del año de máxima producción solar como es el verano, no esté en funcionamiento».

Fase de pruebas

El pasado abril el ente de gestión aeroportuaria Aena informó de que el encendido de la planta estaba previsto en pocos meses aunque en fase de pruebas, algo que deja en entredicho la respuesta a los senadores del PP. Su pleno funcionamiento estaba previsto a lo largo de 2021, pero la tramitación se alarga.

Las obras concluyeron en noviembre de 2020, tras superar los retrasos ocasionados por el decreto de Estado de Alarma y la paralización de toda la actividad que motivó la pandemia. El retraso en los trámites impide que funcione una infraestructura que debe reducir un 10 por ciento la factura energética del aeropuerto, un ahorro importante ya que afecta a las instalaciones que más electricidad consumen de la Isla.

El proyecto costó 2,6 millones de euros (incluyendo otras actuaciones) y es el mayor de autoconsumo, por delante de la segunda planta de más potencia, la instalada en la cubierta del Hospital Mateu Orfila, con 392 kilovatios. Aunque el Instituto Balear de la Energía ya ha encargado redactar el proyecto de una planta mayor, de 875 kilovatios, que estará en pérgolas cubriendo el parking del hospital.